El gestor que reconstruyó a Real Madrid

Carlo Ancelotti llegó a Real Madrid para restaurar las grietas que dejó José Mourinho a su paso por Chamartín. El técnico italiano es experto en comandar equipos en efervescencia interna, así lo hizo durante ocho años en Milán, bajo el yugo y vigilancia del controvertido Silvio Berlusconi, además de administrar a los nuevos ricos, Chelsea y PSG, en sus dos experiencias antes de llegar a España.

Por eso, su jugada inicial fue hacer la paz entre los jugadores merengues. En julio del 2013, Ancelotti encontró el vestidor blanco dividido, entre quienes tenían ciega fe a su antecesor en el banquillo, sobre todo Arbeloa, Coentrao y Diego López, contra los que juraban lealtad y respeto al depuesto capitán blanco, Iker Casillas.

Sus primeras indicaciones fueron entrenamientos que incluyen a toda la plantilla, no hay sesiones separadas o división entre defensas, medios y delanteros. Carletto considera la unión de los jugadores pieza clave para restaurar la confianza entre ellos y convencerlos del nuevo proyecto.

Ahí destaca la personalidad de Ancelotti, ante todo es un hombre de institución , como él mismo se describió. Capaz de adaptarse a cualquier situación, mencionó su mentor, Arrigo Sacchi.

Carlo desarrolla a la perfección el modelo italiano, orden y táctica. Sin embargo, en los últimos años apostó por métodos científicos y tecnológicos, como medir la frecuencia cardiaca de sus futbolistas durante el trabajo físico; mediante el uso de GPS hay una oportunidad para trabajar de forma correcta y eficaz a través de ejercicios y juegos que incluyen el uso de la pelota. Esto permite entrenar de una manera divertida , refirió el técnico.

El italiano se apoya de una base de datos sobre el rendimiento y fatiga de sus jugadores en los entrenamientos, para evaluar y realizar trabajos específicos, dosificando las cargas y con una alimentación que complemente la rutina, pues pide a sus jugadores una dieta estricta, ingesta de alimentos antes y después de los entrenamientos.

Otro atributo de Ancelotti se encuentra en el manejo de figuras. Como jugador fue parte de equipos superlativos, el Milán de Arrigo Sacchi, por lo que comprende y gestiona los egos de los futbolistas.

De ahí que sea considerado por los nuevos ricos del futbol, acostumbrados a gastar para reunir a las figuras del futbol; encabezó a París Saint-Germain, con quien alcanzó 71% de efectividad, del jeque árabe Nasser Ghanem Al-Khelaifi; antes estuvo dos años en Londres, con Chelsea, del millonario ruso Roman Abramovich, y registró una efectividad de 67 por ciento.

Por eso su desembarco en Madrid no ha tenido mayores diferencias con la plantilla y alcanza una productividad de 82% con Real Madrid. Sus tribulaciones pasan por complacer a la directiva, aquella que le pide la décima Champions y que pretende dar un paso más hacia el objetivo, eliminando al favorito y campeón, Bayern Múnich.