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En las calles hacen la guerra y en la cancha firman la paz

Es un partido, es la guerra, es el honor en el futbol, el juego entre Polonia y Rusia en la Eurocopa revivía la guerra polaco-soviética.

Es un partido, es la guerra. Es el honor en el futbol. El juego entre Polonia y Rusia en la Eurocopa revivía la guerra polaco-soviética.

A las afueras del Estadio Nacional de Varsovia, una pancarta con un símbolo comunista fue suficiente para que una marcha pacífica por el día de Rusia se transformara en violencia, mientras que en el césped ambos equipos firmaron la paz con el resultado de 1-1.

La Selección de Polonia ayer prolongó sus esperanzas, unas muy pequeñas, que los sitúan aún en la pelea por los cuartos de final.

Su lucha perpetua por no perder el ánimo le dio resultados e impidió que Rusia sellara su pase de una vez por todas.

Esto es Rusia se leía en una bandera rojinegra desplegada en las gradas acompañada del himno. Los honores polacos, en cambio, estuvieron tranquilos con sus hinchas orgullosos.

La anfitriona comenzó demostrando que tenía el control, su técnico Franciszek Smuda, en los primeros minutos de juego no tenía que reprochar a sus pupilos, que no daban tregua al conjunto moscovita.

El dinamismo del conjunto polaco peleaba por su Eurocopa, una que tanto les costó conseguir y en la que esperan superar la primera fase, que es lo más lejos que han llegado. Enfrente, Rusia alimentaba la ilusión con la base del equipo que tiene como cimientos a la plantilla de Zenit de San Petersburgo que le arrebató la Supercopa de Europa a ManU en el 2008.

Pero, luego de 37 minutos de un constante enfrentamiento y llegadas a los arcos que funcionaban como chispazos ante aficionados dinamitados por el nacionalismo, Alan Dzagoev anotó su tercer gol del torneo en favor de Rusia para convertirse, además, en líder de goleo.

Sin embargo, el gesto desafiante del Pequeño Napoleón, Dick Advocaat, estratega moscovita, se mantuvo inmóvil ante la anotación, apenas se meneó para sacudir su saco, que se arrugaba. Fue hasta el segundo tiempo que la Selección Polaca tomó fuerza. Olvidó que la Selección Rusa no ha sufrido derrota en los últimos 15 partidos y se repuso para luchar de nuevo.

Jakub Blaszczykowski hizo que 12,000 aficionados rusos guardaran silencio por unos segundos, ante un tiro enviado con fuerza y tan bien dirigido que no tuvo objeción para decretar el empate 1-1 final.

El empate firmó la paz entre ambos conjuntos. Mientras que, según la agencia de noticias AFP, en las afueras del recinto 100 detenidos y 10 heridos fueron el resultado de una guerra que se hace presente en otro mundo de honor… El del futbol.

REPÚBLICA CHECA ?TIENE VIDA

La República Checa, que venía de caer goleada ante Rusia en el primer partido, resucitó con una victoria vital en Breslavia ante Grecia (2-1), que se complicó seriamente la clasificación para los cuartos de final. Los checos necesitaban la victoria y salieron directos por ella, con dos goles en los primeros seis minutos, por medio de Petr Jiracek (3) y Vaclav Pilar (6), mientras que para los helenos acortó distancias en el 53 Fanis Gekas.

(Con información de Llanely Rangel)

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