Lectura 4:00 min

Ganancia del AMT: dimensión internacional y activo económico

Las maletas están hechas para cambiar de estadio en el 2021 y antes de la mudanza, testigos de la organización del torneo hablan sobre los rubros de crecimiento. ¿Qué puso a Acapulco en el centro de atención de este deporte?

lunes 02 de marzo de 2020 - 05:47

Con Heather Watson y Rafael Nadal como campeones individuales y con Giuliana Olmos, Desirae Krawczyk, Juan Sebastián Cabal y Robert Farah en dobles, de sus respectivas ramas, terminó el Abierto Mexicano de Tenis 2020.

En cuestión de días, el estadio se volverá a desmontar como cada año, con la excepción de que esta vez no se volverá a levantar en el mismo lugar. Terminaron 20 años de historia de este escenario a lado de la playa, a un costado del reconocido hotel Princess, el evento se mudará en el 2021 a un nuevo complejo a poco más de cinco minutos en auto.

En charla con El Economista, Renata Burillo, presidenta del Consejo de Administración de Mextenis, habló del legado que este torneo ha dejado a la población de Acapulco, pues la considera como la segunda semana más importante de la delegación en derrama económica, un monto de alrededor de 700 millones de pesos.

“Si bien el tenis es un deporte muy de nicho, no tiene las audiencias que pudiera tener el futbol y menos en nuestro país, se ha convertido en un deporte que más de 40,000 personas vienen a ver durante toda la semana”.

Pese a la derrama económica que reporta, la prensa local es testigo del apogeo que tuvo el torneo hace cerca de 10 años cuando la zona comercial se hacía difícil transitar por la demanda de personas, además de que los estands de comida solían ser restaurantes.

Burillo explicó que 90% de las personas que se contratan para el evento es originaria de Acapulco. También aseguró que durante el fin de semana clasificatorio, lunes, martes y miércoles, los asistentes son en su mayoría personas de la región y en las fases finales son más los visitantes foráneos.

En su historia en Acapulco, el torneo se enfrentó a grandes retos, desde el cambio de serie 250 a ATP 500 y de la superficie de arcilla a cancha dura, lo que implica que ciertos jugadores se nieguen a venir puesto que no es su fuerte o no empate en su calendario de preparación.

“Para nosotros siempre ha sido un compromiso con Acapulco, el poder ayudar a que el mundo sepa que esto existe, que México existe y es un paraíso y que vengan, generar turismo, generar buenas notas, ¿Cuántas notas buenas salen de Acapulco al año? Generalmente son malas y que los tenistas se vayan enamorados de Acapulco, que regresen, es parte de lo que se ha logrado a lo largo de estos 20 años”.

El extenista mexicano y ahora analista de ESPN Leonardo Lavalle destacó el legado que el tenis ha dejado a los niños que asisten al abierto.

“He visto toda la transformación del Abierto, para mí lo más importante es que se ha convertido en un evento familiar, vemos cada vez más niños. Si algo falta hacer en México es que los niños se enamoren del tenis.

“Renata Zarazúa, la mexicana que este año logró llegar a semifinales del torneo, compartió con la directiva fotos de cuando asistía como atajadora.

“Cuando ves que una jugadora de la categoría de Venus Williams está pidiendo wild card para un evento así, una jugadora que ha ganado todo y ella misma buscó al director para pedir una invitación, ver que Alexander Zverev y Rafa Nadal llegan una semana antes, quizá no le damos esa dimensión, pero internacionalmente la gente dice: ¡wow! ¿Qué está pasando en México? ¿Por qué Rafa, por qué Venus quieren estar ahí? Ese mensaje no se compra ni con dinero ni con nada, es México, la gente, todo lo que tenemos, nuestra comida”.