Gasol y España, los reyes del basquetbol europeo

Katowice.- España ganó el Campeonato de Europa de básquet derrotando con facilidad a Serbia por 85-63, este domingo en Katowice (Polonia), lo que confirmó su supremacía en el continente, y rompió el maleficio de las seis finales europeas perdidas en el pasado.

Pero a la séptima fue la vencida y España logró su primer título continental, lo que confirma como el mejor equipo europeo de la década tras su primer puesto en el Mundial de Japón en 2006 y la medalla de plata en los Juegos de Pekín-2008.

Además, se impuso ganando los tres últimos partidos, contra Francia en cuartos, frente a Grecia en semifinales y ante Serbia en la final, con una ventaja de 20 puntos de media.

Pocas veces un equipo había ejercido una dominación así en el Viejo Continente, con excepción de la ex Yugoslavia vel, como en la final de Pekín, en uno de los mejores partidos de la historia del baloncesto.

España, que disputó el domingo su cuarta final en las cuatro últimas grandes competiciones, se apoya en una generación excepcional, los "chicos de oro", campeones del mundo juveniles en 1999.

Tienen la base en jugadores como Pau Gasol, Jorge Garbajosa y Juan Carlos Navarro y han sabido compensar la ausencia de otro hombre importante, José Manuel Calderón, con Rudy Fernandez y Ricky Rubio, y un banquillo de garantías.

Estos jugadores se conocen de memoria y forman un grupo muy unido, que el nuevo entrenador Sergio Scariolo dirige con tranquilidad con un esquema ensamblado desde hace años.

"En un torneo como el Eurobásket, no tienes tiempo de inventar. Hay que mostrar sólo lo que has aprendido desde hace años", afirmó Garbajosa para explicar lo que hace grande a este equipo.

Su único traspié fue la final de la Eurocopa-2007, perdida en Madrid frente a Rusia por un punto.

"Hubo un exceso de confianza, pero hemos aprendido la lección. Imposible cometer el mismo error", afirmó Pau Gasol, que volvió a brillar en la final.

Campeón de la NBA con Los Angeles Lakers, estuvo intratable en los rebotes (11) y cuando no marcó él mismo (18 puntos en 22 minutos), atrajo a sus rivales para que anotaran sus compañeros.

De este modo, España marcó diferencias de entrada (24-9 en el minuto 9, 52-29 en el descanso).

Los serbios, que disputaban su primera final importante desde su título mundial en 2002, habían batido en la primera fase del torneo a una España disminuida debido a varios problemas físicos de sus jugadores, no pudieron hacer nada esta vez.

Como Francia con Parker en cuartos de final y Grecia con Spanoulis en semifinales, hicieron una defensa presionante a la estrella serbia Milos Teodosic.

Igual que en los dos partidos precedentes, España terminó el encuentro con los suplentes para felicidad de un país acostumbrado al éxito en los últimos años y que ha sumado un nuevo título continental en otro deporte, después del logrado por la selección de voleibol (2007) y de fútbol (2008).

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