Músculos se bloquean, estrés, presión ?y luego el fracaso

Minutos después de aquella chilena de Raúl Jiménez que decretó el triunfo ante Panamá, Victor Manuel Vucetich salió a la rueda de prensa a decir: calificar directo sería fantástico, pero ya estamos pensando en la repesca . Esa misma noche, el llamado Rey Midas empezó a cocinar su despido.

Héctor González Iñárritu y Justino Compeán, altos directivos de la Federación Mexicana de Futbol, le habían confiado al Tri hacía apenas un mes, pero el triunfo agónico ante la selección 36 del mundo les generó dudas; se reunieron y le recomendaron ajustes al equipo, cambio de jugadores.

Cuatro días después, Víctor había desechado los consejos, perdió 2-1 ante Costa Rica en una noche lluviosa en San José y también cerró su ciclo. Había dicho a Iñárritu y Compeán -después de la derrota- que no aseguraba estar en Brasil. Sin decirle nada, los dirigentes lo habían decidido: Vuce, el técnico más exitoso en los últimos años en México, debía salir.

Cuatro años de trabajo coquetean con el fracaso, a menos de que el Tri de Miguel Herrera -que llegó hace 30 días para ser el cuarto seleccionador en el proceso- diga otra cosa. ¿Cómo maneja el futbol mexicano el tema del fracaso? ¿Lo ha superado, le supera?

La noche del 15 de octubre fue una catástrofe, un monumento al fracaso. Vucetich salió, pero antes ocurrieron otras cosas. Con el juego empatado sin goles, Javier Hernández apareció fuera del área de Costa Rica con los ojos hundidos, respirando profundo, con desesperación, para finalmente tapar su cara con las dos manos. Instantes después, El Chicharito comenzó a trotar para tomar su posición, con gestos que denotaban culpa, desconfianza, nerviosismo, luego de que se había perdido un gol de rutina, con la portería de los ticos abierta en el cierre del Hexagonal final de la Concacaf.

Esto no fue más que el mejor ejemplo de lo que más tarde explicara la psicóloga Claudia Rivas, quien asegura que el Tri ha sido rebasado por la presión y los futbolistas sufren un bloqueo mental. Hay una tensión muscular casi imperceptible , dice. Una explicación física y mental de por qué no funciona el equipo.

La actitud de Hernández tenía razones de sobra para presentarse y no era más que la extensión de todo un plantel al que se le escapó la confianza, el futbol, y que fue rebasado por el estrés luego de una eliminatoria en la que se fueron complicando las cosas. En el caso concreto de Javier, quien cuatro días atrás había errado un penal ante Panamá en el Azteca, dicha pifia contrasta mucho con las actuaciones que registra en la Liga Premier de Inglaterra con el Manchester United.

Apenas hace unos días, distintos medios ingleses publicaron que el goleador mexicano es prácticamente infalible dentro del área, zona de la cancha en la que ha conseguido todos sus tantos (54) desde que milita en el futbol de Europa. El día que llegó al medio centenar se reveló que 21 de las anotaciones habían sido dentro del área chica y 29 en la grande, números que para nada explican las oportunidades que desperdició Hernández en la eliminatoria.

El riesgo de quedar fuera de Brasil provoca que se miren los registros de la Selección Nacional, que ha fracasado en cinco de 19 intentos de calificar a Copas del Mundo y desde 1994 se suspira por el llamado quinto partido que no es más que estar en cuartos de final.

Italia 1934 y España 1982 son algunos ejemplos de ser eliminados en la cancha. Pero hay un par de ocasiones que rayan en la vergüenza: rumbo a Alemania 1974, el Tri fue humillado por Trinidad y Tobago (4-0) en el Premundial de Haití; y para acudir a Italia 1990 nos llegó la noticia que México había utilizado jugadores cachirules para la eliminatoria Sub-20. El castigo implicó quedar fuera dos años de cualquier competencia internacional.

Claudia Rivas, psicóloga del deporte especializada en futbol que ha trabajado para el club Toluca, aseguró que el aspecto psicológico es un tema que ha influido en este punto, en el cual ya se hizo un contagio negativo. Por otro lado, está un exceso de querer resolver las cosas cada quien, solo, y por eso viene una baja de rendimiento en la Selección .

La especialista hizo énfasis en que, cuando los niveles de estrés llegan a un punto tan alto, los futbolistas son víctimas de un bloqueo que les impide cumplir con las órdenes que manda su cerebro. Lo que pasa es que se hace una tensión muscular que a veces es imperceptible hasta para el mismo jugador y entonces, por más que el cerebro quiera y se esfuerce, se hace un efecto paradójico.

Es importante que se recuerdo todo lo que se ha ganado, lo que se hizo bien y entonces tener una confianza y aumentar la comunicación entre los integrantes del equipo para aumentar la confianza .

Si alguien conoce la manera de restarle presión a un grupo de seleccionados en circunstancias en las que la calificación ha estado en peligro es Manuel Vidrio, quien logró llegar al Mundial del 2002 como futbolista y al del 2010 como auxiliar técnico del Vasco Aguirre.

En aquellas eliminatorias fueron claves las virtudes humanas de Javier, quien si bien no recurrió a dinámicas meramente psicológicas, sabía cómo aminorar la tensión en el comedor, terreno de juego, viajes y pasillos de los hoteles. Ésa fue una cosa fundamental , asegura Manolo.

Actualmente la situación que vive el Tri es similar, aunque la diferencia es que no se ha encontrado a un bombero como lo fue Aguirre. Tras la destitución de José Manuel de la Torre ya tuvieron que irse por la puerta de atrás Luis Fernando Tena y Víctor Manuel Vucetich. Ahora, en tan sólo dos compromisos, Miguel Herrera se jugará el pase y tendrá que ser juzgado en 180 minutos.

Mientras en otras partes del mundo hombres como Marcelo Bielsa, técnico argentino que revolucionó a la Selección chilena e hizo brillar al Athletic de Bilbao, recomiendan a los deportistas que el fracaso no les deteriore en su autoestima , en los tiempos recientes los seleccionados que habían sido considerados hasta antes de la llegada de Herrera parecen no comulgar con la filosofía del ex estratega del combinado chileno.

Únicamente dos victorias sólo una de ellas en el Azteca dejan más que claras las diferencias a la hora de enfrentar momentos de crisis. La pobre cosecha en la eliminatoria le ha valido a la Selección algunos de estos titulares de los medios de comunicación: México 0-0 Jamaica, vergonzoso , Ya vete Chepo , Tristísima realidad .

Los elegidos por Herrera han dado la cara y aseguran que cumplirán con el objetivo. Son rachas, pero estamos conscientes de la calidad que hay, por eso nos ponen la vara alta, por lo que han conseguido en procesos anteriores y en este mismo, en el que los primeros dos años fueron espectaculares.

Sabemos que hay calidad y que el futbol mexicano es muy competitivo , destacó Aldo de Nigris, quien fue secundado por Oribe Peralta, referente del Tricolor en el 2013, quien destacó que el grupo está bien. Lo pasado lo tenemos que dejar ahí, ahora tenemos una bonita oportunidad de conseguir el boleto al Mundial y hay que tomarla .

Y el que los seleccionados no muestren miedo al fracaso no sólo está apoyado por la psicóloga Claudia Rivas, quien asegura que desde hace muchos años el futbolista mexicano se preocupa por el cómo llegar al éxito , sino también por un estudio publicado este 2013 por Consulta Mitofsky, en el que entre los 10 principales temores que tienen los mexicanos no se encuentra el no conseguir las metas planteadas.

Miguel Herrera, líder de este grupo, no desentona y desde de la conferencia en la que fue presentado como director técnico nacional mostró seguridad en su forma de hablar y plantarse frente a los medios, ante quienes aseguró que de su mano México va llegar a Brasil.

La muestra son las cuatro ocasiones en las que ayer, en la conferencia de prensa previa al duelo de esta tarde, reiteró su confianza al decir en cuatro distintos momentos vamos a ganar , misma situación que se dio el día de su llegada, cuando en dos oportunidades declaró: regresaremos de Nueva Zelanda con el boleto . Desde el sábado pasado, tras superar a Lobos BUAP en su último ensayo, Hererra advirtió vamos a salir a matarnos . Ahora es momento de esperar a que sus futbolistas lo respalden.

carlos.herrera@eleconomista.mx

rgs