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Santos campeón... perdón, falta la vuelta
El equipo de Víctor Manuel Vucetich no pudo evitar ser humillado en el tsm... el domingo, en su casa buscará un milagro.
A Javier Orozco le regresó la sonrisa al rostro, la contundencia a los botines y la confianza en cada acción dentro de la cancha. Chuletita, quien durante la temporada regular fue criticado y señalado por la afición de Santos cuando parecía que estaba peleado con las redes, anoche se puso el traje de héroe, de figura, de jugador histórico, luego de marcar cuatro tantos en la contundente victoria de 5-0 sobre Gallos Blancos, hazaña que le permite igualar lo hecho por Gustavo Nápoles en 1997, cuando Chivas se coronó ante Toros Neza.
En medio de una marca desastrosa, Djaniny Tavares y Orozco brillaron como las figuras de la noche. Apenas a los cuatro minutos, el jugador de Cabo Verde fue habilitado por Néstor Calderón para luego ingresar al área y mandar una diagonal que su socio en ataque empujó a las redes. Fue al 25 cuando llegó la única anotación en la que Tavares no sirvió a la figura de la noche. En ese instante, Javier se elevó en el manchón penal y solo y de frente al marco liquidó con un frentazo.
Pasada la media hora, el resultado comenzó a tener tintes de goleada, luego de que Javier Abella mandara el esférico al área que peinó Djaniny y que Orozco prendió de primera intención para fusilar a Volpi. Chuletita llegó a su cuarta anotación al 62, en otra acción en la que Tavares entró al área para luego dejarle la puerta abierta y que él solo anotara e hiciera historia.
Cinco minutos antes del final llegó otro momento lleno de emoción para el delantero, quien fue retirado de la cancha en medio de una intensa ovación de una afición que anoche olvidó su pobre cuota goleadora en la campaña regular, fase en la que apenas festejó una diana y fue criticado duramente por los seguidores santistas.
Momentos después, con el silbatazo final, los festejos en las gradas y los abrazos en la cancha entre jugadores vestidos de verde no se hicieron esperar, con todos los implicados conscientes de que tienen en la bolsa el quinto título en la historia de la institución, luego del 5-0 final, en un duelo en el que El Pulpo González le puso la cereza al pastel en una noche que Javier Orozco jamás olvidará.