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Un entrenador experto en tratar con billonarios

El italiano, DT de Madrid y vigente campeón de Europa, tiene la experiencia de estar en equipos de mucha presión, donde sus dueños, como Silvio Berlusconi y los cataríes de PSG, exigen coronas, y Florentino Pérez no es la excepción.

Exactamente 115 días después de levantar la décima Champions League del madridismo, Carlo Ancelotti enfrenta el reto de defender el título que consiguieron ante Atlético de Madrid. Además de la complejidad que significa que con el nuevo formato ningún equipo ha repetido el título, el grado de dificultad aumenta con la nueva configuración del plantel, y aunque en relación con la final de Lisboa sólo hubo dos cambios, como lo comentó el italiano, voy a tener que dar con la tecla .

Real Madrid iniciará el camino para conquistar nuevamente la orejona, inmerso en las dudas que desprenden los refuerzos y, sobre todo, las salidas de Ángel Di María y Xabi Alonso. Justo cuando el club blanco encontró la fórmula que por 11 años los abandonó, no apostaron por la continuidad y las dos derrotas en la Liga de España disparan las dudas en un plantel que trajo cuatro jugadores nuevos y cinco que salieron del club.

En los años recientes, sólo Barcelona registró tantos cambios en su equipo después de levantar el trofeo continental. En la temporada 2011-2012 fueron cinco los jugadores que llegaron y Cesc Fábregas y Alexis Sánchez fueron los refuerzos.

Chelsea y Bayern Múnich, los últimos dos campeones, sólo registraron dos y tres transferencias. En todos los casos no hubo oportunidad de refrendar el título conseguido la temporada anterior.

Ancelotti, sereno ?y experto bajo presión

El club más ganador de Champions League y el que más millones ingresa no ha cambiado el carácter sereno, conciliador y sobre todo íntegro de Ancelotti. El italiano tiene experiencia en equipos efervescentes, en plena ebullición política o mediática, y en todos ellos ha salido bien librado.

Fue precisamente su virtud como hombre de club y que evitaba cualquier diferencia con los dueños lo que lo llevó hasta el equipo blanco. Hasta su llegada a Chamartín había hecho carrera obedeciendo a una constelación de millonarios, encarnados en la familia Agnelli y Silvio Berlusconi en Milán; Roman Abramovich en Chelsea y los príncipes cataríes en París Saint-Germain.

Por eso sorteó con sabiduría las críticas por no darle protagonismo a los fichajes, que desde la temporada pasada se convirtieron en el gran reto del italiano. Isco Alarcón e Illarramendi apenas superaron 50% de los minutos totales del club en la temporada y en pocos partidos arrancaron como titulares, mientras que Gareth Bale mostró su mejor versión hasta el final del ciclo, sobre todo en las finales que ganó Real Madrid, la Copa del Rey y la Champions.

Para esta temporada no entró en la discusión sobre la conformación del plantel, apenas se limitó a decir que Di María quería salir del club y entonces buscaremos un jugador que supla su lugar , y agregó que todos los fichajes se hacen con la aprobación del cuerpo técnico.

La serenidad es una de las virtudes de Carletto que, según la psicóloga Patricia Ramírez, se destaca por su capacidad para llegar muy fresco física y emocionalmente al próximo partido. No se desgasta y no despilfarra energía con preocupaciones que no llevan a nada, como hacer cálculos. No dramatiza o llega a un exceso de responsabilidad que se podría volver en contra .

No obstante, las complicaciones del nuevo plantel están encarnadas en James. El colombiano ha ocupado todas la posiciones del mediocampo y ha actuado como delantero en apenas los seis partidos que van de la temporada, lo que supone un nuevo reto para Ancelotti, el hombre que le regresó la gloria europea al madridismo y que nuevamente tendrá la misión de luchar por la undécima; claro, siempre con la serenidad y tranquilidad que lo definen.

eduardo.hernandez@eleconomista.mx

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