Uruguay: el renacer de un grande

Fueron los primeros en ganar el título mundial en 1930. Fueron los primeros en obtener la Copa América en 1916 y los primeros de la Copa Libertadores. Fue la primera gran potencia en el futbol, la primera selección que se hizo respetar por sus logros... pero con el paso de los años, el poderío de Uruguay decreció.

Este domingo, la escuadra charrúa, dirigida por Óscar Tabárez, se medirá contra Paraguay en la final de la Copa América, un encuentro que puede relanzar a Uruguay al primer plano internacional.

Luego de sufrir grandes descalabros, como sus seis intentos fallidos por clasificar a los mundiales (1958, 1978, 1982, 1994, 1998 y 2006), la garra charrúa inició el año pasado su reivindicación. El cuarto lugar que consiguieron en Sudáfrica 2010, cuando nadie confiaba en ellos, puede ser marcado como el resurgimiento de un grande.

El conjunto celeste, el primer campeón del orbe y el único capaz de arruinarle la fiesta en la final a Brasil en el histórico Maracanazo de1950, se encuentra en pleno renacimiento. En este año ha conseguido logros que desde hace mucho tiempo no tenían el privilegio de presumir.

El cuarto lugar del Mundial de 2010 y tener en sus filas al mejor jugador del campeonato, como se declaró a Diego Forlán, no ha sido suficiente en los últimos torneos para los charrúas. En el 2011 obtuvieron el subcampeonato en el Mundial Sub-17, un puesto que nunca habían alcanzado, y el Peñarol de Uruguay quedó segundo lugar en la Libertadores, tras 23 años de que los uruguayos no asistían a esa fiesta.

UNA GRAN OPORTUNIDAD

La Copa América de Argentina 2011 puede ser el punto en el que Uruguay vuelva a encontrar el oro, el cuál lo ha tenido cerca en las últimas competencias.

Por historia, tradición y logros los uruguayos tienen una gran oportunidad el próximo domingo. Los charrúas levantaron la primera Copa América en 1916, precisamente en suelo argentino, y junto a la Albiceleste son la selección más ganadora con 14 títulos, aunque no se proclaman como el mejor de Sudamérica desde 1995.

Con una generación dorada encabezada por Diego Forlán y Luis Suárez, Uruguay puede colocarse como el máximo ganador de Copa América, lo que les serviría como trampolín para volver a la elite mundial.

PARAGUAY, EL REY DEL EMPATE

Si Paraguay gana el fin de semana su tercera Copa América será el campeón con menor productividad. Desde 1993, cuando el torneo se comenzó a disputar por 12 selecciones, nunca un combinado había llegado a la final con cinco empates; los guaraníes podrían coronarse sin ganar un solo partido y conquistar su tercera Copa, luego de 1953 y 1979.

Al sumar los cinco empates con los que llegaron a la final, los dirigidos por Gerardo Martino pueden aspirar a ocho unidades si vencen a Uruguay en tiempo reglamentario, dos puntos menos de lo hecho por Argentina en el 93, cuando se coronó con dos triunfos y cuatro empates.

De lograr el título, Paraguay se quedaría lejos de lo realizado por Brasil en el bicampeonato del 97 y 99 y por Colombia en su Mundial de 2001, cuando los monarcas alcanzaron el 100% de efectividad con seis juegos ganados en el mismo número de partidos disputados.

Al final, a Paraguay lo menos que le importará será la forma de titularse, sino alcanzar la tercera estrella en Copa América, con la que se colocaría en solitario como la cuarta fuerza de Sudamérica, por debajo de Uruguay, Argentina y Brasil.