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Violencia doméstica, el reto a combatir en el deporte
Las ligas más importantes de Estados Unidos como la NBA, NFL y MLB enfrentan el reto de combatir estas conductas. Los castigos y el tratamiento del tema varían en cada deporte.
3:45 am. Lisa Strawberry llamó a la policía tras una discusión que tuvo con el entonces jugador de los Mets Darryl Strawberry, quien la golpeó y amenazó con una arma.
En la nota que data del 30 de enero de 1990, en Los Angeles Times, se mencionó que el entonces beisbolista pudo salir libre al pagar una fianza de 12,000 dólares.
Los casos de abuso y violencia doméstica en Estados Unidos se estima que tienen una impacto en la economía de 67,000 millones de dólares anuales, de acuerdo con datos de Allstate Foundation. Estos problemas no son ajenos al deporte profesional.
En el periodo del 2000 al 2015, la MLB registró nueve casos de peloteros relacionados con dicho problema y para la cual no contaba con una política, pero concientizaban a los jugadores durante los entrenamientos de primavera, con lo cual buscaban que entendieran la gravedad del problema y evitar posibles incidentes, aunque el comisionado podría emitir sanciones al respecto.
Las Grandes Ligas concretaron una política de violencia doméstica en agosto del 2015 y se incluyó en el contrato colectivo que entró en vigor en el 2017; los casos que se presentaron en el pasado fueron castigados por autoridades locales o por las organizaciones.
Por ejemplo, en el 2003, el entonces shortstop de los Astros Julio Lugo fue detenido por golpear a su esposa, Mabely Lugo, y fue liberado un día después tras pagar una multa de 50,000 dólares. Después fue declarado inocente porque Mabely indicó que exageró en su declaración, pero Lugo pasó de jugar de Houston a Tampa Bay.
Las Grandes Ligas comenzaron a trabajar en el tema después de los casos que se presentaron con los jugadores de futbol americano Ray Rice (violencia doméstica) y Adrian Peterson (abuso de menores). En el caso del exjugador de los Baltimore Ravens, fue suspendido de por vida tras golpear a su prometida, Janay Palmer, en el 2014. El mismo año se registró un caso similar en la NHL, con Slava Voynov y provocó que su equipo concluyera su contrato.
La política de conducta personal en la NFL existe desde 1997 y anualmente se realizan evaluaciones con el objetivo de realizar adecuaciones, además, se revisa que tengan vigencia con los estándares legales y sociales. La sanción establecida es de seis juegos sin goce de sueldo, aunque ésta se puede modificar, se puede limitar o añadir sanción económica y servicio a la sociedad.
Lo que han establecido ligas como MLB, NBA y NFL es hacer énfasis en la ayuda profesional que ofrecen al atleta así como a los afectados en casos de violencia doméstica, agresión sexual y abuso infantil y las sanciones para los atletas son sin goce de sueldo.
En el caso del beisbolista, tras la sanción debe cumplir con una programa en el que constantemente es evaluado, mientras que en el baloncesto la persona debe acudir a por lo menos 10 sesiones de asesoramiento con un panel de expertos y, de no hacerlo, la sanción es de 10,000 dólares. También se señala que en este caso se puede dar por concluido el contrato del jugador y no podrá sumarse a la liga en otros puestos.
En las ligas de beisbol y baloncesto, las normas al respecto forman parte de sus contratos colectivos, mientras que en la MLS se mencionan las sanciones en su reglamento y en la NHL se hace referencia en el contrato colectivo como un proceso disciplinario por conductas que sucedan fuera.
Entre las diferencias, se encuentra que en la NFL la política de conducta incluye a todo el personal, en las Grandes Ligas al estar estipulado en el contrato colectivo de los jugadores sólo aplica para ellos, pero se establece que cada organización deberá implementar sus normas para el resto del personal y deberá invertir en proyectos al respecto.
Tras incluir la política en la Grandes Ligas, se ha sancionado a nueve jugadores del 2016 a la fecha y al menos la mitad cambió de equipo tras concluir las multas.
Por el momento, el mayor castigo lo ha recibido el relevista José Torres, con 100 encuentros.