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El Empresario

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Capacitación, el gran reto de las compañías

Cuando escucho decir a algunos directivos de empresas que la capacitación es cara, siempre les reto a que prueben la no capacitación, eso sí le sale muy caro a una compañía.

Invertir en capacitación aplica para empresas u organizaciones de cualquier giro o tamaño y más aún, cuanto más pequeña sea la empresa o si es de reciente creación, con mayor razón necesita que sus empleados estén adecuadamente capacitados, ya que la compañía requiere de desarrollo de talento precisamente para sacar adelante la empresa. Además, el hecho es que en las escuelas y universidades recibimos una formación basada en conocimientos, pero cuando brincamos al terreno laboral ya como profesionistas, las empresas requieren de personal con una gran capacidad orientada a las competencias que son la suma de conocimientos, habilidades, y aptitudes en el puesto de trabajo. El modelo académico actual, en buena medida, no nos forma en términos de competencias, por lo que la capacitación resulta una herramienta indispensable para el desarrollo y éxito de una empresa, con un claro impacto en sus resultados de negocio.

Asimismo, a quien opina que no todas las empresas tienen la capacidad de invertir en esta herramienta (quienes lo hacen, invierten entre un 5% y un 10% de sus ingresos aproximadamente en esta materia), le diría que hay muchas formas de capacitar a los equipos de trabajo; actualmente, y gracias a herramientas como el internet, por ejemplo, podemos acceder a muchos programas de capacitación de buen nivel que son gratuitas para las empresas. Considero que hoy en día todas las empresas deben pensar en la capacitación como uno de los bastiones que les van a permitir estar a la vanguardia.

El proceso de la capacitación

La capacitación como cualquier solución que se implementa en una empresa, requiere primero de un buen diagnóstico, ya que eso permite ser quirúrgico a la hora de cubrir las necesidades pero existen diferentes etapas. Por ejemplo, cuando una persona se está incorporando a una empresa, la capacitación tiene que ver con habilidades técnicas para que pueda desempeñar adecuadamente su trabajo, de ahí que la primera capacitación es decirle al empleado qué tiene que hacer y cómo lo tiene que hacer en el aquí y el ahora. Pero no acaba ahí. Si el empleado no trabaja en sus habilidades profesionales está limitado porque lo que le va a hacer crecer en el mundo organizacional no son, precisamente, las habilidades técnicas.

En este sentido, yo diría que, independientemente del giro de la empresa, convendría abordar las siguientes materias en el marco de una adecuada capacitación de los equipos de trabajo:

Nivel 1: Materias vinculadas a las habilidades interpersonales. La falta de comunicación, por ejemplo, es un síndrome común en muchas empresas donde los empleados no cuentan con habilidades en este tema. Asimismo, es de vital importancia el fortalecer entre los empleados las habilidades de trabajo en equipo, de manejo de conflicto, asertividad y de manejo de clientes, entre otros, para que las relaciones interpersonales funcionen.

Nivel 2: Materias que tienen que ver con habilidades de liderazgo, negociación y de influencia dentro de la organización; es decir, con cómo establecer planes y objetivos, planes de desarrollo, procesos de retroalimentación, que son ya niveles de capacitación más dirigidos a la gerencia media en las empresas, ya que son habilidades que todos los líderes deben de saber ejecutar para poder dirigir de manera adecuada a sus equipos de trabajo.

Nivel 3: Materias que requieren de actualización continua y dirigidas a los directores de empresas, que están relacionadas con habilidades organizacionales como planeación estratégica, change management o administración del cambio, entre otros. Son, en definitiva, habilidades que permitirán a la alta dirección de las compañías llevar a su empresa al siguiente nivel.

Asimismo, lo cierto es que la capacitación es, hoy en día, algo que los empleados de las compañías valoran cada vez más, ya que los motiva y está ligado a su desarrollo profesional.

¿Qué se gana con la capacitación?

Para empezar, un equipo de trabajo capacitado genera un entorno laboral donde los integrantes del equipo liberan todo su potencial y dan lo mejor de sí mismos, pero para lograrlo, hay que estimularlos.

Asimismo, al estar capacitados, están listos para generar de forma rápida (o más rápida) buenos resultados de negocio. Todos los gastos de merma, de desperdicio que precisamente, están relacionados con la incompetencia, disminuyen; y, por otro lado, se obtienen mejores resultados en el corto plazo con los clientes. Pero también cabe mencionar que se fortalece algo que es fundamental que es la cadena de valor; es decir, los equipos de trabajo con una adecuada capacitación son más eficientes, aportan el primer ingrediente que se necesita para fortalecer la cadena de valor interna de la empresa, lo cual tiene un impacto directo con el cliente externo. Se crean relaciones de sinergia, ya que, justamente, uno de los elementos que la capacitación logra es mejorar de forma notable los vínculos entre el equipo de trabajo, mediante el apoyo mutuo, confianza dentro de la organización … lo que nos lleva a descubrir que 2+2 pueden ser 5 o 6 o 10 …

Beneficios a corto, mediano y largo plazo

A corto plazo: Mejores resultados del equipo de trabajo a nivel interno

A mediano plazo: Impacto de esos resultados a nivel externo con sus clientes

A largo plazo: Cultura organizacional

Finalmente, siempre es importante poder evaluar las capacitaciones que se imparten a los empleados para lo cual existen técnicas y niveles de medición; primeramente conviene realizar una evaluación de impacto para medir las percepciones en cuanto a motivación, interés en la materia, su utilidad en el puesto de trabajo, etc.

La segunda evaluación está relacionada con la medición que la empresa debe realizar en cuanto al uso de esos conocimientos en la práctica laboral por parte de las personas capacitadas. Y el tercero, el de mayor importancia para una empresa, consiste en evaluar cómo la aplicación de los conocimientos adquiridos ha impactado en los resultados de negocio de la compañía.

En este sentido, considero que lo que hace que una empresa se posicione a nivel internacional está directamente ligado con la creación de una cultura organizacional que sea transportable, independientemente de la geografía y eso te lo da, en buena medida, la capacitación; se trata de dar este primer paso.

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