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El Empresario

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Es de sabios cambiar de opinión

Como especialista en temas de imagen y percepción, te recomiendo siempre que tus errores, cuando así sucedan y tengan repercusiones, sean continuamente asumidos con responsabilidad y honor, ya que verás que, cuando pase lo mismo con tus subordinados, ellos harán exactamente lo mismo que su líder.

Como especialista en temas de imagen y percepción, te recomiendo siempre que tus errores, cuando así sucedan y tengan repercusiones, sean continuamente asumidos con responsabilidad y honor, ya que verás que, cuando pase lo mismo con tus subordinados, ellos harán exactamente lo mismo que su líder.

¿Alguna vez te has visto en la necesidad de reconocer un error, pero algo te impide hacerlo por temor a que tu equipo te critique, te juzgue, te pierda respeto o deje de obedecerte y, por lo tanto, no lo admitiste? Te tengo una noticia…si lo haces, ¡sucede exactamente todo lo contrario!

En los últimos días en que, como mexicanos hemos tenido el infortunio de recibir noticias como la fuga de El Chapo, el bajo rendimiento de la selección de futbol en la Copa de Oro, las declaraciones racistas de Donald Trump, entre otros, me preguntaba yo…¿cuál sería el peor escenario en caso de que, en todos estos escenarios, los responsables solamente dijeran: “lo siento, la regué, pero voy a poner todo de mi parte para que X día quede solucionado este problema”? La respuesta es sencilla: la audiencia a las que se dirigiera este mensaje quedaría menos molesta y, probablemente, con un mayor respeto hacia los responsables, precisamente por haber tenido el valor de aceptar algo que les corresponde.

Lo anterior es, simplemente, uno de los principios de manejo de crisis: aceptar el error; y esto es, en la mayoría de los casos e independientemente al seguimiento del compromiso que se haga, el primero y último paso para poder contener una avalancha de críticas y mala voluntad hacia los responsables del incidente.

Además de la gran ventaja de poder detener el avance de una crisis, el aceptar un error de una forma humilde y comprometida con su solución, sitúa al responsable no solo con ventaja con respecto a los ataques que pueda recibir (porque sobre una confesión, ya no hay más culpa que recriminar), sino en un pedestal de admiración y respeto, por el valor que conllevar asumirlo, sobre todo en esta época de elusión y evasión de responsabilidades.

En una empresa, no estamos exentos como jefes o empresarios, de este tipo de errores y el aceptarlos en el momento en el que se cometen, con quien se tenga que hacerlo, te asegurará la continuidad del liderazgo que buscas en tu equipo de trabajo. Como diría

El famoso poeta alemán Goethe “el único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada”.

Como especialista en temas de imagen y percepción, te recomiendo siempre que tus errores, cuando así sucedan y tengan repercusiones, sean continuamente asumidos con responsabilidad y honor, ya que verás que, cuando pase lo mismo con tus subordinados, ellos harán exactamente lo mismo que su líder.

¿Te cuesta trabajo asumir errores? ¡Compártenos en @tokrp !

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