Protocolo, vital para las empresas familiares

Sólo 30% de los negocios pasan a una nueva generación sin problemas

En América Latina 60% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) quiebran durante sus primeros años de vida a causa de problemas entre los familiares que participan en la administración del negocio y sólo 10% cierran por problemas económicos, lo que de acuerdo con Joan Amat, consultor especializado en compañías familiares, muestra la urgente necesidad que tienen sus dueños de desarrollar un plan que les ayude a resolver esos conflictos internos.

“En la mayoría de las empresas familiares, los directores toman la decisión de integrar a sus parejas, hermanos o hijos al negocio sin establecer reglas claras acerca de su participación en la gestión del negocio o el sueldo que tendrán, lo que les genera problemas que les pueden llevar a la quiebra, sólo 30% de ellas se transfieren sin problemas”, explicó Amat.

De acuerdo con Alberto Bucardo, especialista del Fondo Multilateral de Inversiones (FOMIN) del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Latinoamérica no existía una metodología que les ayudara a los empresarios a establecer un plan de solución de problemas, motivo por el que se desarrolló el "Proyecto de desarrollo e implementación del Protocolo de Familia en Pymes" en diferentes países de Latinoamérica como: México, Argentina, Uruguay, El Ecuador, Perú, Brasil y Colombia.

“En cada país el proyecto tardó seis años en desarrollarse; en el caso de México se trabajó de manera conjunta con la Universidad La Salle y tuvo un costo de 2 millones de dólares, pues fue necesario realizar estudios y estrategias para dar forma a la metodología que implica establecer un protocolo para ayudar a las empresas familiares a crear un consejo consultivo y un plan de sucesión”, explicó Mercedes Aráoz, representante del BID en México.

El establecimiento del Protocolo Familiar desarrollado por el BID y la Universidad La Salle, tiene como eje que los empresarios realicen un análisis de la participación que tienen sus familiares dentro las áreas fundamentales del negocio, para conocer cuáles son los errores que se están cometiendo.

Una vez que se han reconocido dichos errores, los dueños deben asentar por escrito cuál será la participación de cada familiar y sus limitantes, así como las bases de incorporación de nuevos miembros a la compañía y la forma en que debe realizarse la sucesión de la dirección.

Aplican de manera exitosa el Protocolo

Gracias a esta metodología, Equipos Yahn, especializados en la distribución de potencia fluida, neumática, hidráulica y vacío, cambio la administración interna de su negocio, al establecer reglas para ceder la dirección a futuras generaciones.

“Mi papá implementó el protocolo para evitar conflictos acerca de quién de sus cinco hijos dirigiría la empresa, de esta forma nos coordinamos como hermanos y formamos un sistema de resolución de conflictos. Así fue como decidió ponerme al frente de la compañía y mantuvo a mis hermanos como accionistas” explicó Guillermo Vázquez, quien aseguró tener listo el plan de sucesión para dejar la compañía en manos de una tercera generación en los próximos 10 años.

A la fecha 75 empresas han implementado este protocolo en sus organizaciones y aunque el desarrolló del programa de la mano del BID concluyó este año, la UniversidadLa Salle continuará apoyando a las compañías a asegurar su sucesión a nuevas generaciones

“La metodología para acompañar a otras empresas a poner en orden su operación, se impartirá a través de 100 consultores especializados de la Universidad La Salle", explicó el rector Enrique González.