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Así se vivió la celebración del Día del Mezcal en Club El Economista

Con más de 600 etiquetas diferentes, Santo Gusano se corona como el templo del mezcal. Un lugar que suscriptores de Club El Economista tuvieron la fortuna de visitar en una experiencia única, en compañía de Lala Noguera, especialista en destilados de agave desde hace 20 años.

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Con motivo del Día Nacional del Mezcal, celebrado el 20 de octubre, Club El Economista se dio a la tarea de convocar a sus suscriptores el pasado miércoles 25 de octubre en la mezcalería con mayor variedad de mezcales del mundo, ubicada en Centro Santa Fe, Ciudad de México.

En las inmediaciones del “templo del mezcal”, Santo Gusano, en compañía de Laura (Lala) Noguera, especialista en destilados de agave, los suscriptores disfrutaron de un maridaje de platillos con mezcal, a cargo del reconocido chef José Manuel Baños.

Historia y tradición

En su presentación, Lala Noguera, detalló que los destilados de agave, ya sea mezcal, tequila, bacanora, raicilla, entre otros, llevan más de 500 años de tradición y tienen como punto de partida la época colonial, gracias a que los españoles trajeron los alambiques.

Fue en Colima y Nayarit, donde se originó este proceso de fabricación de destilados de agave, aunque las personas normalmente creen que fue en Oaxaca, indicó la también llamada Sacerdotisa del Mezcal.

Asimismo, recomendó a los suscriptores de Club El Economista que antes de consumir un mezcal, se fijen que la etiqueta diga que es un producto 100% de agave, y que se indique si es un mezcal artesanal, tradicional o ancestral. De lo contrario, advirtió que se puede tratar de un destilado industrializado, y que no pasó por el proceso cultural de los productores de esta emblemática bebida de México.

Para degustar un Mezcal, explicó que debe servirse a temperatura ambiente en un vaso de veladora pequeño, en una copa coñaquera, o en una copa para destilados, dejar que repose y empiece a liberar sus aromas.

Santo Gusano: menú degustación

Durante la degustación de mezcales que experimentaron los suscriptores, Lala enseñó cómo oler un mezcal. Señaló que primero, debemos oler la copa con la fosa nasal izquierda, luego con la fosa nasal derecha, seguido de hacerlo con la nariz en la punta superior de la copa, y por último al centro de la copa. Esta técnica dejó a todos sorprendidos por la gran variedad de aromas que se podía percibir.

El menú de cinco tiempos estuvo conformado por cuatro variedades diferentes de mezcal. En el primer tiempo, los suscriptores degustaron una tostada pequeña de guacamole con chapulines y una tlayudita oaxaqueña, con chorizo, verdolagas, cilantro, frijoles y queso, acompañado de una copa de mezcal Santo Gusano Espadín Joven.

En el segundo tiempo, la mezcalería sorprendió con un molote de plátano relleno de queso bañado en mole mancha mantel, acompañado de un mezcal Tobalá; seguido de una copa de mezcal Cuish y un taco de pulpo adobado.

Posteriormente, una nueva copa de mezcal Espadín estuvo acompañada de un filete de pescado blanco en salsa verde con verdolagas, para finalizar con un mezcal Reposado, que acompañó al postre: un flan de cajeta con palomitas.

Sin duda, la mezcalería Santo Gusano disfruta de una exquisita cocina de inspiración oaxaqueña, que además alberga alrededor de 600 variedades de mezcal.

Experiencia de los suscriptores

En palabras de los suscriptores de Club El Economista, Hugo Carrillo, miembro desde hace tres años, dijo que “la suscripción al periódico El Economista es un todo, porque además de ofrecer noticias, síntesis de libros, aplicaciones de información económica y legal, Club El Economista también ofrece descuentos y eventos excelentes”.

Por su parte, Erick García, suscriptor desde hace más de 15 años, agregó que de las experiencias que más le gustan son las catas de todo tipo, desde vino, cerveza, mezcal, entre otros, “pues es un evento donde convives con otros suscriptores y conoces a las personas que trabajan en hacer esta comunidad”.

Si deseas formar parte de estos eventos, acceder a descuentos especiales y disfrutar de eventos culturales, no dudes en suscribirte a Club El Economista.

¡Hasta la próxima!

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