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Aumento a los salarios mínimos representa un bajo costo laboral para las empresas: Conasami

Del 2019 al 2022, período en el que se ha acelerado el incremento de la variable, el costo laboral por año en términos de la masa salarial ha fluctuado apenas entre 0.01% y 1.2% y en el caso de la zona fronteriza, ha sido de no más de 3.8 por ciento.

El aumento al salario mínimo de los últimos años ha tenido un costo laboral bajo y, por ende, su impacto en la inflación ha sido “sumamente reducido”, afirmó la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) en un análisis presentado a unas semanas de iniciar la discusión del incremento del salario mínimo para el 2023.

La Conasami afirmó que “una forma de medir el costo laboral de los incrementos del salario mínimo es mediante la masa salarial adicional requerida para llevar a quienes ganan menos de los nuevos salarios mínimos hasta este nivel, como proporción de la masa salarial pagada en el mercado laboral formal”.

Para el análisis se utilizan datos públicos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), a diciembre del año previo al inicio de vigencia de los nuevos salarios mínimos; “por ejemplo, una persona trabajadora que en diciembre de 2021 ganaba 150 pesos diarios requirió de 22.87 pesos diarios adicionales para llegar al nuevo salario mínimo de 172.87 pesos diarios, que entró en vigor en enero de 2022; esos 22.87 pesos representan el 15.2% del salario que ya se le pagaba. Aplicando este procedimiento, es posible estimar el costo para el mercado laboral formal”.

Así, el costo laboral en 2019 en la mayoría de las entidades del país fue de 0.12% respecto de la masa salarial del mercado laboral formal, ya que el aumento a los salarios fue de 16.2%; mientras que en ese año se creó la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) con un incremento de 100% para pasar a 176.72 pesos diarios, reportando un costo laboral de 3.88% de la masa salarial total.

En el 2020 el incremento fue de 5% en la ZLFN para quedar en 185.56 pesos diarios y de 20% en el resto del país para llegar a 123.22 pesos diarios. El costo laboral fue de 0.01 y 0.39% para cada zona, respectivamente.

En 2021, en el contexto de la pandemia de Covid-19, el incremento fue de 15% en ambas zonas y quedó en 213.39 pesos diarios en la ZLFN y 141.70 pesos diarios en el resto del país. Ese año el costo laboral fue de 0.7% en el norte del territorio y 0.4% en el resto del país.

Para 2022 se otorgó un incremento de 22% en ambas zonas, con lo que quedó en 260.34 pesos diarios en la ZLFN y 172.87 pesos diarios en el resto del país. El costo laboral fue de 1.8% en la ZLFN y de 1.2% en el resto del país.

Incluso, reportó la Conasami que en términos absolutos, en 2019 se beneficiaron 583,000 trabajadores en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) y 1.3 millones en el resto del país; en 2020 fueron 144,000 y 3.3 millones, respectivamente; en 2021 fueron 496,000 y 4 millones, en ese mismo orden; y en 2022 fueron 678,000 y 5.2 millones, respectivamente; gracias a dichos incrementos.

Es por esto que la Conasami considera, que, dado el bajo costo para las empresas que han tenido el incremento del salario mínimo, el impacto que éste puede tener en la dinámica de la inflación es mínimo.

Se avista negociación

En agosto pasado, Luis Felipe Munguía, presidente de la Conasami, dijo a El Economista, que el organismo que preside aboga porque el salario mínimo se incremente al menos 50% al 2024 con respecto al nivel aprobado para este 2022 (172.87 pesos diarios), lo cual implicaría llegar a un nivel de 260 pesos diarios.

Alcanzar ese nivel implicaría que el salario mínimo experimentara incrementos promedio de 22% durante el 2023 y el 2024.

La semana pasada el empresariado manifestó que el incremento de la remuneración mínima debía ser acorde con el objetivo de reducir la inflación y advirtió el aumento debía ser cuidadoso de no “echar gasolina” al aumento generalizado de precios.

Hasta agosto del 2022, el salario mínimo mostraba un aumento real de 14.5% en comparación con el nivel salarial del 2021, sin embargo, la distancia entre este incremento y el nominal (22%) ha sido la mayor desde el 2017.

pilar.martinez@eleconomista.mx

kg

Pilar Martínez es reportera de Empresas y Negocios.

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