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Bajo presión, Lockeed revela aspectos de unidad secreta de armas

Skunks Works, el orgullo de Lockheed, ha sido reconocida desde que en la Segunda Guerra Mundial desarrolló su primer avión de combate en 143 días para luchar contra los nazis. Pero su logo no se colocó en edificios y los empleados tenían prohibido decir dónde trabajaban.

Lockheed Martin Corp, el principal proveedor de armas del Pentágono, en pocas ocasiones ha sentido la necesidad de hacer alarde de su misteriosa joya. Hasta ahora.

"Skunk Works", el negocio de Lockheed para desarrollar armas fuera de la principal cadena de mando de la compañía, está comenzando a levantar el velo en una señal de feroz presión para ganar nuevos pedidos y proteger la marca de los recortes del presupuesto militar.

Skunks Works, el orgullo de Lockheed, ha sido reconocida desde que en la Segunda Guerra Mundial desarrolló su primer avión de combate en 143 días para luchar contra los nazis. Pero su logo no se colocó en edificios y los empleados tenían prohibido decir dónde trabajaban.

Ahora, la compañía publicó un folleto "Skunk Works 2015" con una agenda de 10 puntos enfocados en mantener bajos los costos, trabajar estrechamente con el Gobierno y construir prototipos.

Los funcionarios se reúnen en pequeños grupos con los 3.300 empleados, o "Skunks" como son conocidos, para enfatizar en la importancia de seguir siendo competitivos.

En el último año, Skunk Works invitó a algunos periodistas a sus instalaciones más resguardadas, incluyendo Palmdale, un sitio en el desierto a 100 kilómetros de Los Ángeles, donde los nuevos productos van desde sistemas de última generación sin tripulación a naves hipersónicas dos veces más rápidas que su avión espía Blackbird SR-71 que puede volar de un lado a otro de Estados Unidos en poco más de una hora.

A la mayoría de los 100 edificios y 3 millones de pies cuadrados (278.000 metros cuadrados) de espacio no se permite el acceso y tomar fotografías o grabar está estrictamente prohibido, pero una visita el mes pasado ofreció un vistazo de algunos proyectos.

En un edificio, Lockheed está usando la grúa más grande del mundo y una impresora tridimensional para construir aeronaves. En otro lugar, la compañía tiene un avión gigantesco que puede entregar carga a áreas remotas y un reactor nuclear compacto que podría revolucionar la generación de energía.

Aumenta la presión

La decisión de hacer pública a Skunk Works, aunque modestamente, refleja la presión sin precedentes que enfrenta Lockheed ante presupuestos más acotados, competidores hábiles más pequeños y accionistas que prefieren dividendos y recompras de acciones a proyectos de largo plazo.

Uno de los competidores de Skunk Works es el novato Space Exploration Technologies Corp, o SpaceX, que opera más como una firma comercial que como un fabricante de armas.

Sus costos son más bajos debido a un personal más joven, la edad promedio de los ingenieros de SpaceX es 27 años, mientras que Lockheed espera que la mitad de sus empleados se jubile en los próximos cinco años.

El consultor de defensa Jim McAleese dijo que Skunk Works necesitaba ganar órdenes y recortar costos por las bajas ganancias de la división aeronáutica, donde los márgenes cayeron un 10 por ciento en el último trimestre.

Las ventas del sector cayeron un 6 por ciento a 14.100 millones de dólares el año pasado.

Skunk Works ha sobrevivido porque no sólo es un brazo de investigación avanzada, sino también genera dinero al manejar algunos programas emblemáticos, como el caza F-22 invisible y otros clasificados, dijo a Reuters el gerente general Rob Weiss. No ofreció cifras sobre los programas.

El panorama de Skunk Works podría debilitarse si Lockheed pierde algunos de los grandes programas disponibles: un nuevo bombardero, un avión no tripulado y un nuevo avión de entrenamiento para la Fuerza Aérea, dicen analistas.

Ejecutivos de Skunk Works dicen que también necesitan ser más abiertos a asociaciones estratégicas como la que tiene con la unidad Aerojet Rocketdyne de GenCorp y Boeing Co , y a nuevos modelos de negocios.

Funcionarios del Pentágono con frecuencia dicen que ven a Skunk Works y a Phantom Works, de Boeing Co, como modelos para el desarrollo rápido de armas y para reforzar la superioridad militar estadounidense.

Reportaje de Andrea Shalal

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