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Industria de servicios legales supera defectos del sistema
La sofisticación del ejercicio del derecho en México es la principal fortaleza del sector, que enfrenta la discrecionalidad y la falta de especialización de jueces. Más allá de obstáculos, se trata de un mercado atractivo para firmas internacionales.
La discrecionalidad y la falta de especialidad de los jueces en la aplicación de las normas son los problemas principales que aquejan a las personas y a las empresas cuando enfrentan un caso en los estrados mexicanos. No todo son malas noticias: áreas como competencia y telecomunicaciones ponen el ejemplo de buenas prácticas, de acuerdo con representantes de la industria legal.
La discrecionalidad se expresa en maneras como la demora en los trámites o requisitos no establecidos en la ley y que son solicitados en un proceso. De parte de los administradores de justicia, especialistas consultados por El Economista ven un bajo nivel de educación y entrenamiento para procesos sofisticados, como los relacionados con nuevas tecnologías o tendencias de negocio.
Los informes internacionales demuestran que la justicia mexicana no pasa por un buen momento. Su falta de independencia, por ejemplo, lleva a México a ocupar el puesto 100 de 140 economías analizadas en el Índice de Competitividad Global 2016 del Foro Económico Mundial, pero su nivel de transparencia de la información pública o el diseño de su marco jurídico son dos aspectos bien calificados por el organismo.
En el Rule of Law Index del World Justice Project, que mide variables como la seguridad para los ciudadanos y la aplicación de justicia por país, México es superado por sus tres socios en la Alianza del Pacífico: se encuentra en la posición 79 de 102, mientras que Chile está en la 26, Colombia, en la 62, y Perú, en la 63. Aquí también, la transparencia y la seguridad jurídica son valores a destacar.
Otras áreas bien analizadas son competencia y telecomunicaciones. Las autoridades de competencia tienen gente muy bien preparada, con muy buena vocación de la función pública , dijo Rafael Valdés, socio de Valdés Abascal, un bufete especializado en competencia económica. Este despacho se encuentra entre los mejor calificados en los directorios Legal 500 y Chambers & Partners. El sector de competencia económica, a juicio de Valdés, es uno de los que menos sufre los problemas del sistema de justicia mexicano. Con instituciones como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) se logra inhibir el comportamiento de empresas que buscan vulnerar la libre competencia para su propio beneficio.
Áreas a mejorar
Jorge Barrero, socio de Santamarina y Steta, dijo que uno de los principales retos es suprimir la discrecionalidad a la hora de aplicar leyes, así como evaluar la cantidad y pertinencia de los requisitos solicitados. Muchos de los requerimientos surgen en el momento de los trámites, pero no están definidos en la ley , dijo Barrero, cuyo despacho es líder en derecho laboral, quiebras y reestructuraciones de acuerdo con Legal 500 y Chambers & Partners. Hay que sumar la tramitología como una de las enfermedades del sistema: Perdemos el tiempo con las formas y olvidamos el fondo , dijo.
La falta de eficiencia también da cuenta de procesos anómalos, lo que si bien no es un problema único del sistema mexicano, sí es un dolor de cabeza para las empresas privadas. Hay muchos procesos que pueden pasar mucho tiempo e incurrir en altos costos , dijo Rodrigo Vázquez, socio de administración del despacho Chevez Ruiz Zamarripa y Cia, reconocido por su práctica en impuestos y comercio internacional y aduanas.
Para el caso específico de tributación, Vázquez destaca la implementación de un proceso conciliatorio que da agilidad y eficiencia para llegar a acuerdos conclusivos, a través de la mediación de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente. Pero esa situación, se lamenta, no se replica en otros procesos de justicia.
Tim Girven es el editor para América Latina de Legal 500 y coautor del capítulo para México de este directorio, que califica a los líderes de los servicios legales por áreas de práctica. Para Girven, es urgente especializar a los jueces mexicanos. Cuando los procesos llegan a los tribunales es común que el juez responsable no sea el profesional idóneo para dictaminar. Es por eso que ha habido un aumento de los procesos que se realizan por arbitraje , dijo Girven, entrevistado vía teléfonica desde Londres. Hay que reforzar la educación de los jueces sobre los cambios en los negocios .
Más allá de las enfermedades del sistema jurídico mexicano, como mercado México es atractivo para ejercer el derecho, lo que pone un reto de competitividad a las firmas locales. La española Cuatrecasas, Gonçalves Pereira ha revelado su intención de llegar a competir en esta economía. La firma iberoamericana Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría, que recientemente llegó a Perú, espera completar su presencia en la Alianza del Pacífico con México, y la norteamericana Norton Rose Fulbright, con su especialidad en el sector energético y de infraestructura, ha dado muestras de su intención de prestar servicios legales en este país. México tiene un mercado abierto para los bufetes que ha hecho posible que las empresas extranjeras puedan establecerse, pero también es fragmentado, teniendo en cuenta su modelo de contratación , dijo Rosie Cresswell, editora de Latin Lawyer, una publicación especializada en el ejercicio del derecho en América Latina y consultada a través de correo electrónico. Cresswell, investigadora especializada en el mercado jurídico, consideró que el sector en México da cobijo a muchos abogados talentosos, con experiencia en procesos de gran escala y que trascienden fronteras .