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Reforma a Pemex marcará a EPN: The Economist
Asegurar la aprobación de las reformas constitucionales para abrir el sector energético al capital privado es la mayor prueba del presidente mexicano, dice el semanario.
The Economist celebró que el presidente Enrique Peña Nieto haya logrado en su primer año de gestión la aprobación de una osada reforma educativa, así como haber limitado el poder de uno de los sindicatos con más fuerza en México, el SNTE, y de paso también haya podido desafiar el dominio de Carlos Slim con la aprobación de la reforma al sector de las telecomunicaciones.
El semanario británico destacó además que en su primer año el presidente mexicano ha hecho mucho de lo que prometió para mantener apuntalado el crecimiento económico de México, pese a la notoria desaceleración de la economía.
Entre los pendientes, enumeró The Economist, se encuentra la aprobación de la reforma financiera para que los bancos presten más y más fácil, así como la ejecución plena de la reforma a las industrias de las telecomunicaciones y la radiodifusión con el diseño de las leyes secundarias, pero la prueba mayor será que su propuesta de reforma energética pase en el Congreso.
El reto de Peña Nieto es lograr la aprobación de la reforma energética, enfatizó el semanario, pero una legislación clara en esta reforma una vez aprobada por el legislativo será el factor clave para atraer capitales al país y con ello empujar el crecimiento de la economía mexicana.
La tarea inmediata de Peña Nieto es asegurarse de la aprobación de las reformas constitucionales que permitan volver competitiva a una groseramente ineficiente Pemex por su abultada nómina y sobrecargada de impuestos, expuso The Economist en su informe The year of leading behind.
La publicación británica explicó que Peña Nieto tiene por delante el reto de ganar el apoyo a una enfurecida iniciativa privada por la aprobación de la reforma fiscal y la reforma energética será la oportunidad para reanimar a ese molesto sector de la sociedad.
Peña tiene ahora una oportunidad de oro para redimirse y reavivar el ánimo del sector privado. La reforma más urgente es del sector energético. Petróleo y gas han sido un monopolio estatal desde 1938, con resultados desastrosos. Pemex, la petrolera estatal, ha visto un marcado descenso en la producción de petróleo, un 20% en una década. Carece de la tecnología y el capital para explotar los abundantes recursos de petróleo en alta mar y el gas de esquisto de México, o la construcción de nuevas refinerías y oleoductos. Un segundo monopolio estatal ineficiente, la Comisión Federal de Electricidad, es una de las razones de porqué los industriales pagan ahora alrededor de dos veces más por la energía que sus competidores al norte de la frontera , dijo The Economist.
Es claro, mencionó el semanario, que la reforma energética presentada por Los Pinos puede no ser suficiente para atraer toda la inversión que una reforma de más calado pudiera haber conseguido, como la propuesta por el PAN, con la que ese partido fue más lejos , pero con la propuesta de Peña Nieto, los grandes capitales están entusiasmados por invertir en México.
Peña Nieto deberá lidiar contra la idea del mexicano de a pie del rechazo de una eventual privatización de Pemex y explicar a la sociedad de que esta oportunidad de reforma no se volverá a presentar tan fácilmente. El modelo noruego es un ejemplo a seguir, señaló el semanario.
Peña Nieto sabe que muchas de sus otras reformas tomarán años, tanto para implementarse e impulsar el crecimiento. Pero una reforma energética intrépida puede ser la realización de su presidencia , afirmó The Economist.
Con información de The Economist.
nlb