A Claudia se le olvidó la ciencia

Hasta antes de irrumpir como activista social y luego en la política, el perfil profesional de Claudia Scheinbaum (CS) fue muy congruente: En la UNAM, licenciatura en Física, Maestría en Ingeniería Energética y doctorado en Ingeniería Ambiental, con amplias publicaciones sobre temas ambientales y energéticos en revistas académicas y especializadas. De acuerdo con ese perfil, López Obrador la nombró Secretaria de Medio Ambiente en el gobierno del Distrito Federal de 2000 a 2006.

Desde la Facultad de Ciencias de la UNAM se apegó a la ideología radical de izquierda. Como estudiante participó activamente en el CEU y posteriormente en la fundación del PRD. Aparentemente su interés por la ciencia decayó después de fungir en el gabinete de López Obrador. 

Este breve repaso de la trayectoria de CS comprueba que, cuando no se ejerce, el capital humano se deprecia y erosiona rápidamente. Su ideología de corte radical le ganó a la formación científica. Como política, CS no tiene un pensamiento propio. Se limita a ser caja de resonancia de AMLO. ¿Qué acaso ha escrito su ideario político y postura de los grandes problemas nacionales? Como Jefa de Gobierno ha tenido un pésimo desempeño. ¿Podemos mencionar cuando menos un logro relevante en alguna problemática que aqueja a la ciudad? Tiene totalmente descuidada su responsabilidad como gobernante, pues todos sus esfuerzos están dedicados a una ilegal precampaña política anticipada.

Son  tres aspectos que CS busca con su precampaña: que se le conozca ampliamente en toda la República; alabar y complacer a AMLO mostrando que es la que mejor representa la continuidad de la 4T y que además le puede asegurar impunidad y protección; y que le construyan una imagen “presidenciable”. Ante su carencia de carisma, espontaneidad y que frente a públicos grandes es una pésima oradora, contrató a un experto internacional de imagen. Sus intervenciones en redes sociales carecen de contenido y son torpes como el haber calificado a la Fórmula 1 como un evento “bastante fifí, estamos en contra de los privilegios” y que es un evento que “cuesta mucho”. Pero CS no rinde cuentas sobre cuanto erogó su gobierno para las presentaciones “culturales” en el Zócalo de Serrat y la banda musical de narcocorridos. 

Una precampaña ilegal requiere de financiamientos ilegales. En la Alcaldía Cuauhtémoc se generan amplios recursos, al margen de ingresos legales, como “permisos y protección” al narcomenudeo, la prostitución, y el comercio callejero de contrabando, artículos robados y productos hechizos. Son una gran fuente para una campaña. Por ello, para CS era tan importante que la Alcaldía la ganara Dolores Padierna. Pero sorpresivamente se la arrebató Sandra Cuevas. También el gobierno de la CDMX opera un enorme presupuesto además de una veintena de fondos y fideicomisos, que son susceptibles a simulaciones para usar discrecionalmente recursos para fines proselitistas.

El electorado tiene que despertar y percatarse que una posible presidencia de CS sería perpetuar la destrucción institucional y económica del país, con AMLO y sus militares moviendo los hilos de la marioneta.

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