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Israel González: El azul ultramarino como conexión, en Galería Proyecto H
La exposición “El espíritu del alquimista”, de Israel González “Matador”, nos invita a atravesar los umbrales del arte hacia un espacio donde el ser humano y el cosmos se entrelazan en un diálogo profundo y transformador. Este proyecto multidisciplinario no sólo explora las conexiones entre lo microcósmico y lo macrocósmico, sino que también nos desafía a repensar nuestra relación con la realidad y nuestra conciencia.
Matador utiliza el azul ultramarino como un hilo conductor que conecta el mar —símbolo de las profundidades del inconsciente— con el cielo, emblema de libertad y trascendencia. En sus piezas, el equilibrio entre las fuerzas opuestas de la naturaleza se convierte en una reflexión sobre la dualidad inherente al ser humano: nuestras raíces terrenales y nuestra búsqueda de lo espiritual. Este enfoque logra crear obras que trascienden lo estético, recordándonos que el mundo visible es sólo la superficie de una realidad mucho más profunda.
Tanto lo sonoro como lo visual se corresponden a través de un comportamiento vibratorio: la realidad vibra, y los umbrales que Matador crea permiten sintonizar con una claridad armónica que ofrece transparencia. Matador dirige su obra hacia la creación de mantras que invitan a una contemplación atenta. El arte, según su visión, es el espacio donde pueden revelarse correspondencias y "casualidades significativas", representando la urdimbre vibratoria que une conciencia y realidad.
(Extracto de texto de sala)
La exposición se fundamenta en sistemas de pensamiento como la alquimia, la metafísica y el esoterismo, tradiciones asi como el Kybalion, que Matador integra para ofrecer una experiencia sensorial y filosófica. Más que una simple colección de obras, El espíritu del alquimista es un mapa simbólico que busca otorgar claridad a la conciencia y restaurar nuestro vínculo perdido con el universo. En este sentido, cada obra se convierte en un portal vibratorio que armoniza lo visual y lo sonoro, permitiendo al espectador sintonizar con una resonancia más profunda.
La importancia de esta exposición radica en su capacidad para activar la contemplación y la introspección. En un mundo saturado por lo material y lo inmediato, el trabajo de Matador nos recuerda que la creación artística puede ser un espacio de transformación espiritual y un manifiesto que reconfigura nuestra perspectiva de la existencia. Sus piezas no solo invitan a admirarlas, sino a habitarlas, a enfrentarnos a los puntos de partida que nos conducen hacia una conciencia más clara y unificada.
Al plantear el arte como un puente entre la conciencia individual y la realidad universal, Matador subraya la necesidad de redescubrir nuestra conexión orgánica con el todo. En un momento donde los desafíos globales exigen una visión más integrada y armónica, exposiciones como “El espíritu del alquimista” cobran especial relevancia. No solo nos ofrecen una experiencia estética impactante, sino también una oportunidad para reflexionar sobre nuestro lugar en el entramado vibratorio del universo.
Visitar esta exposición es una invitación a recordar que somos parte de un todo más grande y que el arte tiene el poder de restablecer esa conexión perdida, brindándonos un nuevo entendimiento de nuestra relación con la realidad y con nosotros mismos.
La muestra curada por Luciana Sanfer, en colaboración con Galería Hilario Galguera y apoyo de Artists’ Container se presenta hasta el 18 de enero en Galería Proyecto H ubicada en Guadalajara 88 Col. Roma.