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Ante la posible recesión
La invasión rusa a Ucrania, la imposibilidad de exportar granos, el consecuente aumento en el precio de algunos alimentos como maíz y trigo, la caída en el abastecimiento de estos granos en África y Asia y la creciente posibilidad de que haya graves hambrunas; la invasión y el impacto sobre el precio de los energéticos; las medidas extremas de confinamiento en China ante cualquier rebrote de covid y la disrupción que ello causa en las exportaciones y su efecto negativo en las cadenas globales de producción; y, finalmente, el aumento mundial de la tasa de inflación que se explica primordialmente por las políticas monetarias notoriamente expansivas los últimos dos años en presencia de choques reales negativos de oferta.
Es en este escenario cargado de negros nubarrones y tormentas que finalmente, ante las crecientes presiones inflacionarias, los bancos centrales han decidido actuar y, unos antes que otros, han empezado a instrumentar políticas monetarias menos expansivas y otros, muy pocos, políticas restrictivas. La pregunta que surge es si ante los diversos choques negativos y la instrumentación de políticas monetarias menos expansivas o inclusive restrictivas las economías se encaminan a una recesión y en caso de darse, que tan profunda y larga sería.
La respuesta es que no sabemos, pero aunque no sepamos, sí es posible especular sobre el impacto sobre la economía mexicana que tendría una desaceleración o inclusive una recesión de la economía estadounidense, aunado esto a la política monetaria del Banco de Mexico. Primero este segundo elemento.
Después del aumento de 75 puntos base en la tasa de fondeo a un día que la llevó a 7.75%, dada la tasa de inflación observada y esperada, la política monetaria del Banco de Mexico es ligeramente restrictiva y, dado lo anunciado, se espera que en los próximos meses sea aún más restrictiva. Esta política monetaria afecta a la demanda agregada interna, primordialmente a la demanda de bienes de consumo, en particular los duraderos y en menor grado a la inversión la cual depende principalmente de elementos de carácter estructural e institucional. La expectativa es que a partir del tercer trimestre de este año la inflación empiece a caer.
Al impacto de la política monetaria restrictiva del Banco de Mexico sobre el crecimiento de la economía mexicana por su efecto, principalmente, sobre la demanda de bienes de consumo duradero y en menor medida la inversión, hay que agregar lo que le suceda a la economía estadounidense, lo que a su vez depende de las decisiones de política monetaria por parte de la Reserva Federal y el impacto que ello pudiese tener sobre el precio de diferentes activos y la riqueza de los hogares (acciones, bonos, bienes raíces) y sobre la demanda de bienes de consumo y sobre la inversión.
Habiendo finalmente y muy tardíamente reconocido que la inflación no era un fenómeno transitorio, la pregunta es que tan rápido y con que fuerza actuará la Reserva Federal después de haber aumentado la tasa de fondeo en 75 puntos base. Dado el nivel que tiene actualmente la inflación, se esperaría que la Fed siga aumentando la tasa de interés y en algún momento, inclusive, pudiese iniciar un proceso de venta de bonos para reducir el balance de la base monetaria. Este proceso de “normalización monetaria” se espera induzca una desaceleración de la economía estadounidense y, posiblemente hasta una recesión.
Dado el alto grado de integración que tiene la economía mexicana con la estadounidense, principalmente en la industria manufacturera, la desaceleración/recesión impactaría negativamente las exportaciones y, en consecuencia, el crecimiento de la economía mexicana. A lo anterior habría que agregar el impacto sobre el empleo; si la economía estadounidense se desacelera significativamente o inclusive cae en una recesión, el desempleo aumentaría. Para México esto es muy relevante por el impacto negativo sobre las remesas y la pobreza; las primeras caerían y la segunda aumentaría.
Ante este escenario de un menor crecimiento de la economía mexicana, inclusive el de una potencial recesión, ¿que podría hacer el gobierno? De manera destacada, promover la inversión revirtiendo el deterioro que el propio gobierno le ha causado al Estado de derecho. Lo sé; estoy pidiendo algo imposible.
Twitter: @econoclasta