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Opinión

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Autopartes en tiempos del TLCAN

Históricamente, la industria automotriz se ha caracterizado por ser una de las más dinámicas y competitivas del país. Específicamente, cuando hablamos de la producción de autopartes, ésta ha mostrado un crecimiento sostenido a lo largo de los últimos años, con un valor de producción de 230,159 millones de pesos, al cierre del tercer trimestre del 2017

La industria ha mostrado un crecimiento anual compuesto, de 1993 al 2017, de 4.85%, cifra por arriba de 2.30% del PIB, y representa en la actualidad 1.6% del mismo, comparable con 0.6% que equivalía en 1993.

Recientemente, la industria de autopartes en México ha captado la atención de diversos inversionistas ante las declaraciones de la actual administración de los Estados Unidos, dentro de la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y el enfoque en este sector.

Al respecto, la retórica se ha centrado en torno a dos ejes principales: por un lado se habla de la modificación de ciertas condiciones, entre ellas las reglas de origen, y por otro, se ha planteado la posibilidad de una salida de Estados Unidos.

Lo anterior no sólo ha generado controversia en la industria, sino que ha despertado preocupaciones sobre las inversiones y el dinamismo futuro del sector que se ha traducido, entre otras cosas, en una gran volatilidad en el precio de las tres emisoras mexicanas que participan dentro de esta industria, y que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Rassini, Grupo Industrial Saltillo y Nemak.

Actualmente, la industria de autopartes es un claro ejemplo de éxito de la integración de cadenas de suministro a raíz de la firma del TLCAN, mismas que se han ido especializando y mejorando a lo largo de estos 23 años.

La relación comercial de los tres países miembros del tratado se ha intensificado hasta la actualidad, tanto que hoy en día 80% del total de lo que exportamos es hacia Estados Unidos. De ese 80, 24% proviene de la industria automotriz. Por el lado de nuestras importaciones totales, únicamente 46% proviene de EU y, de todas las mercancías, únicamente 10% es importado por la industria de fabricación de automóviles y sus partes.

De acuerdo con el Departamento de Comercio estadounidense, del total de las exportaciones de mercancías de EU hacia el mundo, 21% corresponde a la producción de automóviles y sus partes y, en este segmento, se exporta 10.6% a México; mientras, con relación a lo que compra de México, representa 26% de todas sus importaciones automotrices, mismas que equivalen a 17.3% del total de importaciones de todas las mercancías.

Si bien es cierto que el déficit en este sector no ayuda a las críticas de la administración de EU, desde 1992, tomando los balances comerciales por categoría principal, es el que junto con la categoría de bienes industriales ha mostrado mayor estabilidad, sin variaciones anuales compuestas por arriba de 5 por ciento. No obstante, cabe señalar que el déficit de este sector representa una cuarta parte del déficit total de EU.

Ahora bien, por lo que respecta a todo el ruido en el mercado, en términos de las reglas de origen la Organización Mundial de Comercio (OMC) las define como los criterios necesarios para determinar la procedencia nacional de un producto. Su importancia radica en que, en función de éstas, se fija cierto contenido regional mínimo que un producto debe contener para ser acreedoras a ciertas concesiones de importación.

Con el TLCAN se impuso inicialmente 50% para la industria automotriz, mismo que más tarde se transformaría a 62.5%, que es su nivel actual.

Recientemente, Estados Unidos ha propuesto que éste se modifique a 85%, y que 50% provenga de ese país; para lo cual, de acuerdo con el Banco Nacional de Comercio Exterior, aproximadamente 40% del contenido de las exportaciones mexicanas ya se manufactura en EU, y se compara con el hecho de que previo al TLCAN únicamente 5% del contenido de los vehículos importados de México provenía del vecino país.

La interrelación actual existente en diversos sectores y específicamente en el de autopartes, entre las compañías de autopartes, productoras, armadoras, distribuidoras, centros de investigación y demás participantes en la cadena, ha sido clave para el positivo desempeño observado a lo largo de los últimos años. El TLCAN ha creado un ambiente idóneo para lo anterior, con las condiciones manufactureras adecuadas (efectividad en costos y calidad), en conjunto con las condiciones geográficas necesarias (fronteras compartidas con mercados dinámicos), y la creciente inversión en desarrollo y tecnología que las tres regiones han fomentado.

Por otro lado, existe la posibilidad de una salida de EU del TLCAN que, de llevarse a cabo, daría como resultado que las exportaciones de los tres países estarían sujetas a las tarifas arancelarias de la OMC, las cuales son, en promedio, de 7.0% para las autopartes. Sin embargo, las autopartes de las tres regiones cruzan hasta siete u ocho veces las fronteras de los tres países, previo a ser ensamblado finalmente, lo que es posible derivado de las facilidades de importación bajo el acuerdo.

El TLCAN ha permitido que los productores, no sólo de automóviles, tomen ventaja de mejores y más competitivos costos de producción con menores riesgos de inversión; por lo que ante la complejidad de las negociaciones, los tres países han acordado prolongar el tiempo inicialmente previsto, demorando así la cuantificación real de los impactos por lo menos, como visto, hasta el 2018.

*Montserrat Araujo Nagore es analista  en Interacciones Casa de Bolsa.

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