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Opinión

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Buenrostro, soberanía energética

Raquel Buenrostro, como secretaria de Economía, juega un papel protagónico en un momento singular en la relación comercial entre México y Estados Unidos.

Llegó como bateadora emergente, al relevo de Tatiana Clouthier, quien salió “ponchada” precisamente por su posición conciliadora frente a las consultas que pidieron los gobiernos de Estados Unidos y Canadá en torno a la política energética del gobierno mexicano.

Desde que llegó al cargo, Buenrostro no ha salido a los medios, a pesar de que ya tuvo dos reuniones virtuales con sus contrapartes de EU y Canadá.

Ayer la flamante Secretaria de Economía compareció ante el Senado de la República.

Ahí, dejó claro cuál será su posicionamiento y estrategia en el diferendo que tiene México frente a sus dos principales socios comerciales.

Defenderá la soberanía nacional, es decir, el derecho de México a tomar sus decisiones de forma independiente y sin injerencias externas, buscará mantener el diálogo y aprovechar los acuerdos comerciales.

También asentó que a México no le interesa en lo absoluto la confrontación. Es el diálogo, la negociación y el derecho lo que dirimirá cualquier diferendo comercial que exista entre ambas naciones. Y en términos similares con Canadá.

La responsable de las relaciones comerciales de México destacó la intención del gobierno mexicano de aprovechar la posición geográfica, para seguir siendo el principal socio comercial de Estados Unidos así como aprovechar la relocalización de empresas de Asia hacia México.

De hecho –informó– hay 400 empresas interesadas en reubicarse en nuestro país. Franca como es, Buenrostro dijo que el actual gobierno hará valer, en cualquier escenario y circunstancia la soberanía nacional.

Y subrayó que la soberanía es el derecho que tiene cada nación a tomar decisiones de forma independiente, sin injerencias externas, particularmente, cuando el bienestar de las y los mexicanos está en juego.

La ex titular del SAT, quien por su estilo y carácter fue considerada como una “fiscal de hierro”, expresó que el gobierno mexicano continuará aprovechando todos los acuerdos comerciales que tiene firmados. El principio rector de este diálogo internacional –advirtió– es el respeto a nuestra soberanía que marcará el camino de los acuerdos en torno a la seguridad energética, la alimentaria y el interés por atraer inversiones que fomenten la mayor cantidad de empleos formales y especializados que permitan consolidar una política industrial y comercial fuerte de cara a los retos del siglo XXI.

Así trazó su posición y la de México de cara al diferendo en torno a la política energética de México.

Y lo hizo, a unas horas de haber sostenido sendas reuniones con sus contrapartes de EU y Canadá.

Después de éstas, la semana pasada, tanto la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, como la ministra de comercio internacional canadiense, Mary Ng, en comunicados por separado, dejaron claro su interés por abordar sus preocupaciones en torno a la política energética de México.

No sólo eso, también agregaron, en el caso de EU, la preocupación por la posibilidad de que México suspenda las importaciones de maíz amarillo de ese país y por la política en materia de biotecnología.

En el caso de Canadá, además del tema de la biotecnología, también pusieron sobre la mesa el tema de las inversiones en minería en México.

La secretaría de Economía por su parte emitió un comunicado muy parco en el que mencionó la disposición al diálogo de todas las partes.

Ahora, de cara al Senado de la República, que firmó la renovación del TLCAN convertido en T-MEC, fijó su posición.

Es evidente que frente a las exigencias de los gobiernos de EU y Canadá, México no cederá y mantendrá la defensa de lo que considera su soberanía energética y alimentaria.

Salvo que en el contexto de las elecciones intermedias en EU y el encuentro de los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador y de EU, Joe Biden, alcancen un acuerdo político (muy probablemente en materia migratoria), lo más seguro es que el diálogo entre las partes avance a su fase contenciosa y al final México sea objeto de tremendas sanciones arancelarias.

Serían dos los sectores productivos en los que enfocarán sus baterías nuestros socios comerciales: el automotriz y el agroalimentario.

Y si no, al tiempo.

marcomaresg@gmail.com

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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