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El museo de los dinosaurios del rock
El Salón de la fama del Rock es una institución que el mundo no necesita. Cada año, esta organización con sede en Cleveland, Ohio, elige a un puñado de artistas que han hecho aportaciones a la música contemporánea para consagrarlos en el panteón de las leyendas del rock n’ roll. Elvis, Chuck Berry, The Beatles, The Rolling Stones, Springsteen, Abba, Kiss, Patti Smith y The Clash son algunos de los personajes ilustres que adornan como efigies religiosas esta iglesia dedicada a la música de la juventud por excelencia.
Stevie Nicks, Janet Jackson, The Cure, Radiohead, Roxy Music, Def Leppard y The Zombies son los artistas que este año se ganarán un lugar en este selecto club en una ceremonia que se celebrará este viernes en el Barclay’s Center de Nueva York. El gran problema con esta institución es que sus valores siguen anclados al pasado. Esta es una institución anticuada, al igual que la industria se ha tardado en comprender los cambios estéticos en la música y la influencia que han tenido géneros como la electrónica o el hip hop. Kraftwerk ha influenciado a miles de bandas, pero su nombre sigue ausente. El otro problema es de género.
Un repaso por la clase del 2019 revela una cosa evidente, las mujeres siguen teniendo poca presencia, prueba de ello es que Stevie Nicks será la primer mujer que tendrá dos reconocimientos de esta organización, uno por su carrera con Fleetwood Mac —que ocurrió en 1998— y en esta ocasión por su trabajo como solista. Janet Jackson será la otra artista femenina que será celebrada este año. A lo largo de sus más de tres décadas de historia, únicamente 26 mujeres solistas han sido inducidas en el Salón de la Fama del Rock. Hay sólo cuatro grupos de puras mujeres, 13 bandas con alineaciones mixtas y 3 cantautoras que están con sus pares masculinos. El resto de los artistas consagrados de esta generación son en su mayoría hombres blancos.
Janet Jackson, será la primera mujer del clan que reciba su debido reconocimiento, 22 años después de que The Jackson 5 y Michael Jackson —como solista, en 2001 — fueron reconocidos por el Salón de la Fama del Rock.
Para que un artista sea reconocido por el Salón de la Fama del Rock deben de haber pasado por lo menos 25 años de su primer trabajo discográfico. Roxy Music y The Zombies pudieron haber entrado hace unos años, pero hasta ahora se reconocerá finalmente las aportaciones que hicieron durante sus carreras. Time of the Season de los Zombies es una de esas joyas de la década de los sesentas que sigue viva en las estaciones de rock clásico y Rod Argent ha sido responsable de varios himnos en la historia del rock.
Roxy Music ayudó a definir el concepto del art rock. La amalgama de sonidos y referencias de otras épocas fueron sintetizadas por Bryan Ferry, Brian Eno y compañía, definiendo una visión posmodernista del rock que sigue trascendiendo eras.
The Cure y Radiohead, ambos nominados anteriormente, son dos bandas que se han ganado su lugar en este club. Ambos han sembrado ejércitos de devotos fanáticos que se han obsesionado con sus melodías sombrías, introspectivas y a momentos misántropas. Def Leppard fue un monstruo del New Wave of British Heavy Metal, pero hoy son parte de una generación que se mantiene viva gracias a la radio de los ochenta.
La lista de candidatos de este año también incluyó a Devo, Kraftwerk, Rufus Ft. Chaka Khan, MC5, Todd Rundgren, LL Cool J, John Prine y Rage Against The Machine. En mayor medida, algunos de estos artistas deberían de ser reconocidos por haber inspirado a muchas bandas, pero ni el mundo ni el rock se restringen a esas limitantes. En un mundo ideal Kate Bush, Nico, The Runaways, Grace Jones también estarían en este selecto club. ¿Pero quién querría estar en este club tan anticuado?