Lectura 5:00 min
La rebelión de las hormigas
La moda ha sido a lo largo del 2020 invertir en Amazon, Alibaba y muy notoriamente Tesla. En todos esos casos se generó un importante volumen de compras a través de opciones que permiten adquirir acciones sin tener que desembolsar mucho dinero
El tema de moda en los mercados financieros en los últimos días no tiene que ver con el Covid-19, las vacunas, la recuperación económica, las políticas de Biden, ni nada por el estilo.
Se trata de un patrón frenético de especulación provocado por infinidad de inversionistas de poca escala que se han dedicado a invertir en Bolsa de manera singular. En esta semana hemos visto el clímax de este fenómeno y su extensión a otros mercados aparte del norteamericano.
Se trata de una burbuja especulativa focalizada, con sus propios tintes, pero al final sin sustento. Le explico brevemente:
1. Desde hace ya algunos años ha crecido la capacidad de invertir en la Bolsa a través de plataformas de Internet. Esta posibilidad ha hecho que mucha gente desde su casa o a través de su celular pueda operar en los mercados. La masificación condujo a una disminución fuerte de las comisiones de corretaje que cobran los intermediarios tradicionales. Más recientemente, se abrió la posibilidad de hacer transacciones sin costo a través de plataformas como Robinhood y otras; en este año, se abrió la posibilidad de hacer operaciones de derivados (opciones) gratuitamente.
2. Los day- traders, como se le conoce a quienes operan bajo esta modalidad, han crecido y son parte de la fuerza que ha impulsado empresas con una narrativa interesante y positiva hacia el futuro hacia niveles de valuación excesivos. La moda ha sido a lo largo del 2020 invertir en Amazon, Alibaba y muy notoriamente Tesla. En todos esos casos se generó un importante volumen de compras a través de opciones que permiten adquirir acciones sin tener que desembolsar mucho dinero.
3. Estos agentes ahora han descubierto huecos en donde pueden maximizar ese rendimiento a través de comprar emisoras “desahuciadas”. La idea consiste en provocar una espiral de alza y obligar a vendedores en corto, a salir a comprar acciones.
4. Cuando alguien hace una venta en corto pide prestada una acción a un tercero para venderla bajo la idea de hacer ganancias si el precio baja más ya que recompraría las acciones y las regresaría la acción a su dueño original al precio pactado.
Pero si ocurre lo contrario; si el precio de la acción sube, el vendedor en corto está obligado a hacer coberturas periódicas de las diferencias que tiene que pagar al poseedor original o a su contraparte con quien haya celebrado el contrato de venta en corto. Si no quiere seguir perdiendo dinero, se verá obligado a cerrar sus apuestas comprando las acciones en el mercado, es decir, demandándolas.
5. En días recientes hemos visto el repunte espectacular de emisoras cuya perspectiva fundamental es pobre. Blackberry, AMC (operadora de cines), Bed, Bath & Beyond, por mencionar algunas. La más representativa es GameStop, un negocio de comerció de videojuegos.
Los day traders, en comunicación a través de espacios de redes sociales como Reddit, Twitter o Facebook, han consensado la postura de subir el precio y obligar a los vendedores en corto (la mayoría fondos de cobertura) a salir a comprar. Esto ha elevado los precios de manera irracional. GameStop valía 18 dólares al inicio del año y al cierre de ayer valía 347 dólares.
6. Se trata de una burbuja de especulación. Al menos reúne todas las características:
a) Dinero fácil para operar y la posibilidad de hacer derivados sin costo.
b) Una narrativa atractiva: ¿la nueva normalidad? ¿el desarrollo tecnológico? ¿La venganza contra los gigantes de Wall Street?
c) El desprecio de los fundamentales. Los análisis no sirven, solo la recomendación de Reddit o Twitter.
d) El exceso de volumen de acciones negociadas. El día de ayer GameStop operó más acciones que Apple.
e) Los aumentos irracionales de precio.
f) La popularización inmediata. Ayer en un par de mis grupos personales de WhatsApp recibimos recomendaciones de “invertir” en este esquema y al menos se generaron acaloradas discusiones (¡un saludo!)
Seguramente quienes han participado en el tema y han obtenido ganancias tendrán argumentos para justificar seguir haciéndolo. Una característica particular de esta burbuja es el feroz ataque a quienes tratamos de hacer un llamado a la sensatez (benditas redes sociales), no dudo que a mí también me suceda. Solo puedo indicarle una cosa, si le atrae, inténtelo, solo asegúrese de no ser el último en hacerlo, como de costumbre en estos casos los últimos van terminar recibiendo una fuerte decepción y probablemente no van a recuperar su dinero.
*Rodolfo Campuzano Meza es director general de Invex Operadora de Sociedades de Inversión.
Twitter: @invexbanco