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Sitios Latinoamérica, ¿mala inversión o error de valuación?
La fuerte caída de las acciones de esta empresa, que opera sitios y torres de telecomunicaciones en varios países de América Latina, sorprendió al mercado bursátil en México
Inesperado e impresionante, así puede describirse el desempeño de las acciones de Sitios Latinoamérica (BMV: LASITE) durante la jornada del pasado 29 de septiembre tras su salida a Bolsa. Impresionante por la magnitud de los movimientos, e inesperado por su dirección.
La fuerte caída de las acciones de esta empresa, que opera sitios y torres de telecomunicaciones en varios países de América Latina (entre ellos Brasil, Argentina, Chile y Guatemala), y que da servicio a las subsidiarias de América Móvil en estos países, sorprendió al mercado. Las acciones de LASITE tuvieron un precio de apertura de 16.51 pesos el 29 de septiembre, y cerraron en 10.86 pesos ese mismo día. Para el 4 de octubre, ya se encontraban a 6.61 pesos.
¿Qué ocurrió? En primer lugar, hay que tener en cuenta que LASITE presentó una pérdida neta de 1,065 millones de pesos en 2021; sin embargo, presentó una utilidad neta de 773 millones de pesos durante los primeros seis meses de 2022. Por su parte, SITES1 presentó una utilidad neta de 150 millones de pesos durante los primeros seis meses del año.
Asimismo, al cierre de junio de 2022, el EBITDA anual fue de 11,273 millones de pesos, cifra superior a la de SITES1, que fue de 9,411 millones de pesos. Es decir, a pesar del mejor desempeño reciente de LASITE, la empresa pudo ser penalizada por sus resultados de 2021.
También es posible que algunos inversionistas no vieran con buenos ojos el hecho de que la relación Pasivos Totales / Activos Totales fuera de 0.99x (la de SITES1 fue 0.59x), o que la razón Deuda Neta / EBITDA se ubicara en 4.1x (de SITES1 fue 1.56x).
¿Acaso el mal desempeño inicial de Sitios Latam en sus primeros días de cotización se debió a movimientos propios del mercado accionario? Recordemos que, por cada 20 acciones de las series “A”, “AA” o “L” de AMX, los tenedores tuvieron derecho a una acción serie “B-1” de LASITE. Asimismo, cada ADR de AMX que cotiza en la NYSE (ticker AMX), representa 20 acciones de la misma serie (“A” o “L”); por lo tanto, cada ADR daba derecho a 1 acción de LASITE.
Ahora bien, el float aproximado ascendía a 44%; del cual, 17% se encontraba en manos extranjeras. Es decir, que el float en manos de extranjeros ascendería al menos a un 7.4% del total de acciones de LASITE, de acuerdo con nuestras estimaciones.
Es posible que los tenedores extranjeros de acciones de AMX vía ADRs hayan decidido no mantener sus acciones de LASITE debido a las implicaciones fiscales (que se consideren parte del ingreso gravable para el pago del impuesto sobre la renta en EU), legales (era necesario que los tenedores de AMX contaran con un agente en México -intermediario bursátil, banco o participante en Indeval- para recibir sus acciones de LASITE), de transparencia (LASITE no estaría obligada a presentar reportes ante la SEC), y de liquidez (el mercado mexicano es considerablemente menos líquido que el estadounidense). Asimismo, también es posible que diversos inversionistas tomaran LASITE “B-1” como un dividendo en especie y no la desearan en sus carteras.
El múltiplo Valor Empresa / EBITDA (ajustado para considerar la exposición al riesgo regional de LASITE para hacerlo comparable) de SITES1 al cierre del 29 de septiembre fue de 6.77x, y el de AMT de 8.82x, mientras que el de LASITE era de 7.21x (en la apertura fue de 8.81x). Para el 04 de octubre, el múltiplo ajustado de SITES1 era de 6.64x, y el de AMT seguía siendo de 8.82x, mientras que el de LASITE era de 6.01x. ¿Qué significa esto? Inicialmente, se trató a LASITE como empresa con mayores valuaciones que SITES1, y eventualmente han convergido sus múltiplos.
No hay que subestimar las evaluaciones que los inversionistas puedan hacer de los estados financieros; ni asumir que los inversionistas aceptarán cualquier condición que se les imponga para mantener la tenencia de los títulos; y, finalmente, recordar que los inversionistas no valorarán una empresa de manera uniforme. Por lo pronto, no queda más remedio que esperar a observar el desempeño de la nueva emisora los siguientes trimestres para saber quiénes tenían razón.