Telmex, ¿TV?; IFT, la decisión

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) podría marcar un hito en la historia de las telecomunicaciones en México. En los últimos días del año en curso y en la parte final de su largo interinato, el presidente del órgano regulador, Adolfo Cuevas pondrá sobre la mesa del pleno y, sus cinco integrantes –dos están acéfalos–, votarán si están a favor de conceder o no la posibilidad de que Telmex ofrezca el servicio de televisión de paga.

El tema podría ser votado durante la reunión del pleno el próximo 15 de diciembre.

Aunque el propio Cuevas me dijo que el IFT no tiene fecha precisa para votarlo. Me comentó que la ley no prevé un quórum especial para este caso y podría ser votado aún después de su salida en febrero próximo, con sólo cuatro comisionados.

La prohibición y la petición

Telmex tiene expresamente prohibido en su título de concesión, ofrecer ese servicio.

Sin embargo, esa empresa ha buscado que las autoridades le concedan esa posibilidad.

En diciembre del 2018 vía Claro Video, subsidiaria de América Móvil hizo la más reciente solicitud.

El IFT inició, realizó y concluyó un “Estudio de Convergencia”.

Las conclusiones

Información obtenida por este reportero revela que una de las dos conclusiones determina que Claro Video está exenta de cualquier regulación aplicable al resto del grupo.

Son dos las conclusiones que se pueden destacar del estudio.

La primera dice que: si se trata de una solicitud para prestar el servicio de televisión de paga presentada por Telmex, Telnor o alguna empresa filial o subsidiaria de éstas, tendrán que obtener la certificación o el dictamen de cumplimiento; presentar dicho dictamen junto con la solicitud correspondiente, y el IFT deberá constatar que, de otorgarse la autorización, no se generen efectos adversos a la competencia y libre concurrencia.

Y la segunda señala que: si se trata de una empresa de nueva creación, filial o subsidiaria de América Móvil, no le resulta aplicable la restricción contenida en la condición 1.9 de los títulos de concesión de Telmex y Telnor, por lo que podría presentar su solicitud correspondiente, misma que sería analizada por el IFT al tenor de las disposiciones jurídicas aplicables y, en el caso de que se le otorgara la concesión única para prestar todo tipo de servicios de telecomunicaciones y radiodifusión técnicamente factibles respectivamente, la referida empresa estaría obligada a cumplir las medidas asimétricas.

Las consecuencias

O sea que vía Claro Video el IFT podría conceder a Telmex la posibilidad de brindar el servicio de TV de paga.

Y con ello pondría fin a casi tres décadas de la única medida efectiva para reducir la concentración de Telmex.

Con la que se redujo de más de 70% de los accesos de banda ancha fija en 2013 a casi 45% en 2021. A diferencia del mercado móvil, en el que se ha reconcentrado.

En 1991, cuando Telmex se privatizó, se consideró que, de permitirle incursionar en el mercado de la televisión, este grupo acumularía demasiado poder con altos costos para el desarrollo del país, pues los monopolios públicos y privados siempre terminan por encarecer los servicios en perjuicio de los menos favorecidos.

Si el IFT resuelve en favor de la empresa provocará justo lo que el título de concesión buscó evitar: la concentración del mercado y la inversión.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en un estudio publicado en el año 2017 consideró que “la decisión de otorgar la licencia de TV de paga debe estar sujeta a la implementación exitosa de la regulación asimétrica en el mercado de las telecomunicaciones, tal como el acceso a infraestructura pasiva o la aceptación de la desagregación completa del bucle local”.

A la fecha Telmex ha desagregado menos del 1% de sus accesos (8 mil líneas), en contraste con países como Reino Unido que han desagregado más de treinta millones de hogares.

La participación de Telmex en la televisión no la concedieron los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón o Enrique Peña Nieto.

El IFT tiene en sus manos una decisión histórica. Veremos si opta por irse por la puerta de atrás y concede la autorización o toma el consejo de la OCDE, en beneficio de la competencia.