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No hay, ni habrá recesión económica: SHCP
Este 30 de enero se dió a conocer que el crecimiento del Producto Interno Bruto de México, al cierre del 2024, fue de 1.3 por ciento.
En el último trimestre del año, la economía se contrajo 0.55%, una caída mayor a la esperada por los analistas de -0.3%.
Con esos datos oficiales, los cálculos privados señalan que la economía mexicana durante el sexenio lopezobradorista habrá registrado un crecimiento de alrededor del 1% o menor a esa cifra.
Si se ratifican los datos, será el sexenio con menor crecimiento económico en los últimos 36 años.
La mayoría de los analistas anticiparon un mal cierre en el comportamiento económico nacional.
Algunos proyectaban una desaceleración para el 2025 y otros una recesión.
Sin embargo, el gobierno mexicano, a pesar de los evidentes datos negativos, observa el vaso medio lleno.
El subsecretario de Hacienda, Edgar Amador, asegura que el comportamiento registrado no implica que la economía mexicana esté en una recesión o que esté entrando a una.
El pulso oficial determina que el bajo nivel de crecimiento económico, se explica por factores externos y climáticos, además de que es circunstancial.
Los efectos del cambio climático, han afectado a la economía más que la aplicación de un arancel por parte de EU, comentó el funcionario.
Prevé que el bache en el crecimiento, será remontado en virtud de los cambios en las leyes secundarias del sector energético, que permitirán atraer inversiones importantes; el aterrizaje del Plan México y, la reducción paulatina de la incertidumbre, que genera la política arancelaria del gobierno trumpista.
Para un caso extremo relacionado con los aranceles que podría aplicar EU a México, destacó el fortalecimiento que está realizando el gobierno mexicano de los distintos fondos de estabilización.
El funcionario reconoció la importancia que tiene el dinamismo económico para el cumplimiento del ajuste fiscal de casi el 6% al 3.9% comprometido, pero confió en la resiliencia de la economía mexicana y la prevalencia del acuerdo comercial trilateral, por sobre la nueva política arancelaria estadounidense.
Desde la perspectiva oficial, el bajo nivel de crecimiento económico en el año 2024, no tiene que ver con una debilidad generalizada de la economía.
El mal comportamiento económico, apunta Amador, se explica por choques externos y factores climáticos que afectaron a la industria manufacturera y a las actividades primarias
Por la parte climática, una causa fue la sequía que hizo caer la producción del sector primario 8.9 por ciento.
Amador mostró un post del secretario de Agricultura, Julio Berdegué, en su cuenta de X en el que difunde un mapa que muestra que el 40% del territorio nacional está afectado por la sequía.
Y respecto a la manufactura, señaló que, tuvo resultados por debajo de lo esperado debido a factores externos, principalmente en octubre, por la afectación de los huracanes Helene y Milton, y la huelga de la empresa Boeing.
Sin embargo, resalta el propio funcionario, la manufactura presentó un mejor desempeño en noviembre, lo que sugiere que la afectación fue temporal y da cuenta de la resiliencia de la economía.
Además, subraya el subsecretario de Hacienda, la demanda interna mantuvo un dinamismo importante, con el consumo y la inversión, como principales motores de la actividad económica.
El consumo privado creció 3.5% anual e hiló su cuarto año consecutivo de expansión , por encima del promedio histórico, en virtud del mayor poder adquisitivo de los hogares y la confianza del consumidor alcanzó niveles récord.
Por su parte, la inversión creció 4.7% anual en el mismo periodo; un aumento de 5.7% en la inversión privada, impulsada por un entorno empresarial favorable y altos niveles de confianza empresarial.
El diagnóstico de Hacienda, sobre la economía mexicana es muy positivo, a pesar de que los datos revelan que en el sexenio previo el crecimiento es de los menores en más de 3 décadas y de que en el tránsito a la nueva administración, se ve mayor debilidad que fortaleza en el dinamismo económico.
Las expectativas de una recuperación, están cifradas en el Plan México y la reforma energética, que en el mejor de los casos, tienen un horizonte de mediano plazo para su aterrizaje.
Mientras que en el corto plazo se ciernes severas amenazas por los efectos que pueda causar en la economía mexicana la nueva política arancelaria de Donald Trump.
Es comprensible que el gobierno sea optimista. Ojalá que tenga, como dice, todos los instrumentos y capacidad de respuesta para potenciales escenarios adversos. Al tiempo.