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Opinión

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¿Cuál es tu personalidad financiera y cómo influye en tus finanzas personales? Parte 2 de 8

En el primer artículo de esta serie mencionamos que la forma como manejamos nuestro dinero está fuertemente influenciada por nuestra personalidad financiera. Es importante descubrir la nuestra (o los aspectos de las distintas personalidades que están en nosotros) para desarrollar estrategias que nos permitan un enfoque más adecuado a nuestras finanzas personales.  

El “Cobarde” – El miedo que paraliza las decisiones financieras

La personalidad del “cobarde” se caracteriza por un miedo intenso a perder dinero. Esta persona tiende a evitar cualquier tipo de riesgo financiero, prefiriendo mantener su dinero en cuentas de ahorro o inversiones extremadamente seguras. Aunque esta actitud puede parecer prudente, a menudo resulta en la inacción y la pérdida de oportunidades de crecimiento.

Los “cobardes” suelen ser reacios a invertir en acciones, bienes raíces o cualquier otra opción que implique, en su opinión, un riesgo. Su enfoque conservador puede llevar a una acumulación de ahorros, pero también puede resultar en una falta de crecimiento a largo plazo. La inflación puede erosionar el poder adquisitivo de su dinero, dejándolos en una situación financiera vulnerable.

En este espacio hemos hablado mucho de esto. Si pones tu dinero en un pagaré bancario que te paga una tasa de interés de 2% anual, mientras que la inflación es de 5% anual, en realidad estás perdiendo dinero (aunque veas que tu saldo aumenta poco a poco). Es una ilusión, porque en realidad, en el futuro, podrás comprar menos con ese dinero.

¿Por qué se desarrolla ese miedo a perder?

Esto puede estar arraigado en experiencias pasadas, como haber sufrido pérdidas financieras o haber crecido en un entorno con muchas limitaciones financieras. Este tipo de experiencias puede llevar a una mentalidad de escasez, con la cual la persona se siente constantemente amenazada por la idea o posibilidad de perder lo que tiene. Como resultado el “cobarde” puede evitar tomar decisiones financieras importantes, como invertir en su educación, tener un portafolio bien diversificado que puede lograr un crecimiento de su dinero a largo plazo en términos reales, o poner un negocio propio.

¿Cómo superar ese miedo?

Con educación financiera. Es fundamental que los “cobardes” entiendan que toda inversión siempre implica riesgos, pero que afortunadamente, el riesgo en inversiones se puede controlar. En eso se tienen que enfocar. Es importante que lean libros, asistan a seminarios o incluso hablen con algún asesor financiero certificado (no un vendedor de fondos, no un agente de seguros). Alguien experto en estrategias de inversión.

Por otro lado, establecer metas financieras claras y realistas puede proporcionar un sentido de dirección y confianza. Es importante empezar con pasos pequeños, para sentir el terreno. Entonces, en lugar de pensar en la inversión como un todo, el “cobarde” podría iniciar con pequeñas inversiones en ETFs indexados de muy bajo costo.

¿Por qué son importantes estos pasos pequeños? Porque la tolerancia al riesgo cambia con el tiempo, a medida que aprendemos más sobre inversiones y nos sentimos más cómodos con ellas.

Desde luego, también está la diversificación, que como todos sabemos es la principal herramienta para el manejo de riesgos. Entender cuál es el papel que cada clase de activo desempeña en un portafolio de inversión (tema del que hemos hablado mucho en este espacio) puede ayudar a proteger su capital.

Sin embargo, antes de siquiera pensar en invertir, todas las personalidades pero sobre todo “el cobarde” tiene que tener un sólido fondo para emergencias, que cubra al menos tres meses de su gasto familiar corriente (quizá ellos necesiten más –posiblemente hasta un año). Este es un colchón financiero que les puede proporcionar una sensación de seguridad y darles la tranquilidad que, aunque sus inversiones vayan mal, tienen este blindaje patrimonial.

Finalmente, es importante que los “cobardes” trabajen en su mentalidad. La meditación, la visualización y la terapia pueden ser herramientas efectivas para abordar el miedo y la ansiedad en torno al dinero. Al cambiar su perspectiva sobre el riesgo y la pérdida, pueden comenzar a ver las inversiones como oportunidades en lugar de amenazas.

En conclusión, la personalidad del “cobarde“ puede limitar significativamente las oportunidades financieras de una persona. Sin embargo, con educación, planeación financiera e incluso en algunos casos terapia, es posible superar el miedo y tomar decisiones más informadas y audaces. Al final, el crecimiento financiero a menudo requiere un equilibrio entre la prudencia y la disposición a asumir riesgos medidos y controlados.

En la siguiente entrega hablaremos de una personalidad opuesta: el “ilusionista”. No te la pierdas.

Parte 2 de 8

Ejecutivo de alto nivel en seguros y reaseguro con visión estratégica de negocio, alta capacidad de liderazgo, negociación y gerencia. Además es columnista de Finanzas Personales en El Economista, Coach en Finanzas Personales y creador de la página planeatusfinanzas.com

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