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Se invirtió en aparatos para un “Registro de Menores de Edad”
El registro de menores se debía conformar con los datos biográficos y biométricos de los mexicanos menores de 18 años.
Abortados en el año 2010, los intentos por expedir la Cédula de Identidad Ciudadana y la Cédula de Identidad Personal para menores de edad de manera simultánea, y ante los persistentes exhortos del Congreso de la Unión a abstenerse de continuar con el proyecto, mismos que ignoró una y otra vez, arguyendo un mandato legal, el gobierno federal encabezado por el expresidente Felipe Calderón Hinojosa inició en enero del 2011, en Baja California, solamente el Registro de Menores de Edad.
Sin embargo, en el sexenio 2006-2012 se autorizaron 4,328 millones 193,370 pesos a ambos proyectos, según cifras detalladas por el propio gobierno calderonista en el “Libro Blanco Proyecto: Cédula de Identidad Ciudadana”.
Suspendida cualquier actividad relacionada con el Registro Nacional de Ciudadanos y, por consecuencia, la expedición de la Cédula de Identidad Ciudadana, se determinó que, en lo general, todo el equipo biométrico, para encriptar información, de conexión inalámbrica a Internet, y los servicios adquiridos para tal fin, se requerían también para el Registro de Menores de Edad y expedición de la Cédula de Identidad Personal.
El gobierno reconoció que aun cuando los alcances del Servicio Nacional de Identificación Personal (SNIP), contratado con Axtel/Unisys, excedían lo requerido en relación con el Registro de Menores de Edad, resultaba inviable modificar el contrato, debido, entre otras cosas, a que ya habían sido cubiertas las licencias.
“Cualquier variación respecto al software o hardware del SNIP, implicaría modificar las condiciones de la licitación, origen del contrato celebrado y, por consecuencia, contravenir la ley aplicable en la materia”, expuso el gobierno federal.
Metas a la baja
El registro de menores se debía conformar con los datos biográficos y biométricos de los mexicanos menores de 18 años de edad, pero debido a la complejidad en la captura de datos biométricos de menores de 4 años, las autoridades decidieron reducir la población objetivo y sólo registrar a los menores de entre 4 y 17 años de edad.
Determinaron, además, que para alcanzar el mayor número de menores registrados, los 2,000 equipos de registro biométrico y para encriptar adquiridos, originalmente contemplados para instalarse en las oficinas del Registro Civil y dependencias de la Administración Pública Federal, fueran utilizados como módulos itinerantes en escuelas de educación básica y media superior del país.
De 80 millones de adultos y menores de edad contemplados originalmente a registrar, la meta se redujo a 25.7 millones, cifra calculada a partir de la información de alumnos con CURP certificada por Registro Civil, incluidos en el Registro Nacional de Alumnos de la Secretaría de Educación Pública (SEP) para el Ciclo Escolar 2009-2010.
Finalmente, de dicha cifra sólo se consideró 70% como población objetivo —17.9 millones de menores de edad—, tomando en cuenta niveles de aceptación por parte de padres de familia, deserción a planteles, migración, enfermedad, fallecimiento u otros factores.
Al 31 de diciembre del 2011 se efectuaron 2 millones 699,416 registros de menores de edad y expidieron 1 millón 96,137 Cédulas de Identidad Personal derivadas de los mismos registros, cifra muy por debajo de la meta anual de expedición: 6.5 millones de cédulas.
Hasta el cierre del tercer trimestre del 2012 se habían expedido 2 millones 272,206 cédulas del mismo tipo en el entonces Distrito Federal y 14 estados, respecto de las 4 millones 436,597 proyectadas ese año.
Por mandato del Instituto Nacional de Transparencia, los datos biométricos del registro de menores de edad, que incluyó recabar el levantamiento de las 10 huellas dactilares, el iris del ojo y la huella digital, está bajo resguardo de Gobernación.
En agosto del 2014, el gobierno de Enrique Peña Nieto suspendió el programa de registro de menores y, en octubre del 2015, lo canceló para anunciar un nuevo proyecto, la emisión de la clave única de identidad, que no concretó.