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Caseros, del voto de confianza a la fianza
Ser honesto es bueno, pero si tienes contratada una fianza es mucho más seguro que consigas asegurar el arrendamiento de esa casa o departamento que tanto quieres. Conoce aquí cuáles son tus opciones.
Hasta hace unos años rentar una casa, local o departamento se lograba sólo con el voto de confianza entre los interesados, ahora debido a la incertidumbre económica, es cada vez más común la contratación de una fianza, para de esta forma asegurar al arrendatario el cumplimiento de los pagos por la renta de su inmueble.
En México la fianza de arrendamiento se ha se ha convertido en una necesidad debido a que los sistemas legales no ofrecen protección suficiente a los arrendatarios, por ello, se ven obligados a pedir garantías adicionales al alquilar un inmueble.
Quien decida contratar una fianza, tendrá que acudir con una compañía afianzadora y solicitar una fianza de arrendamiento.
En el mercado de las fianzas en México, este esquema se puede contratar con empresas como: Fianzas Atlas, Afianzadora Sofimex o Fianzas Monterrey.
La contratación de la fianza de arrendamiento garantiza que se cubra el pago de la renta por incumplimiento (eventuales) y por posibles daños o desperfectos que el inquilino pueda causar el inmueble.
"La afianzadora será quien responda en caso de que el fiador no lo haga, y realizará los pagos de las rentas no cubiertas por él", detalló Norma Alicia Rosas titular de la vicepresidencia de análisis y estudios sectoriales de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF).
Para determinar el costo de la fianza de arrendamiento, se toma entre 1% y 4% del total de la renta anual.
Habrá que averiguar si la empresa incluye el costo de la investigación del inmueble que se deja como garantía.
A este gasto hay que sumar los montos generados por el pago de derechos de la fianza, gastos administrativos e impuestos que pueden representar casi el 80% de una mensualidad.
Paso a paso
Además del pago correspondiente a la empresa afianzadora, existen ciertos requisitos que el contratante debe cumplir, lo primero que tiene que hacer es comprobar que cuenta con solvencia moral y económica.
Debe entregar comprobantes de ingresos, identificación oficial, además de llenar algunos formularios como el contrato múltiple para la expedición de fianzas, cuestionario persona física, y la autorización para realizar la investigación en las Instituciones de Información Crediticia.
También se debe presentar una contragarantía que consiste en dejar como garantía algún bien inmueble, ya sea propiedad del interesado o de otra persona conocida como "solidaria".
El inmueble en garantía deberá ser sujeto de investigación en el registro público de la propiedad (este proceso tarda algunos días).
El contrato de afianzamiento debe de ser firmado por el representante de la afianzadora antes de llevarlo a la CNSF para ser ratificado.
En el caso de que el monto de la renta anual exceda 150,000 pesos, el inmueble en garantía no se podrá vender o hipotecar hasta que el contrato venza.
Otra opción que funciona como garantía puede ser el "depósito en garantía". Este se hace a la cuenta de la compañía afianzadora por el monto total de la fianza y se regresa (con los intereses que haya generado) una vez que la fianza se cancela.
Para tener éxito
Antes de contratar una fianza, es muy importante conocer sus características y seguir las recomendaciones de los expertos.
- Hay que consultar cuáles son las afianzadoras autorizadas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF), éstas se pueden localizar en la página de Internet www.cnsf.gob.mx
- Se recomienda buscar agentes de ventas que oferten el servicio de afianzadoras autorizadas, ellos explicarán de manera más detallada los términos y condiciones de contrato, además de los costos.
- Comparar por lo menos en tres instituciones prestadoras de dicho servicio, los costos y requisitos, de ahí elegir la que mejor se adapte a sus necesidades y expectativas.
- Revisar con mucho cuidado en el contrato las obligaciones de ambas partes, las condiciones del servicio, sus costos, la prima, entre otros.
- Contemplar el tipo de garantía que se ofrecerá a la afianzadora, es decir, si la renta es de 10,000 pesos mensuales no tiene sentido dejar un inmueble de alto valor, con dejar un departamento pequeño será suficiente, ya que en el caso de que el interesado no pueda cumplir con los pagos, la afianzadora se quedará con el inmueble que se dejó en garantía.
mdionisio@eleconomista.com.mx