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“Somos una app que busca ser opción a la banca tradicional”
Hoy ofrecen la tarjeta prepago, pero este año contemplan ofrecer créditos pequeños y más adelante, seguros.
“Adiós bancos. Hola albo”. Así se promociona esta fintech en su sitio de Internet. Esta startup tiene como premisa brindar la mejor experiencia en servicios financieros a la gente que ya está cansada de la banca tradicional en temas como tiempo perdido, alta tramitología y elevados costos y comisiones.
“(Albo) nace de la premisa de construir un servicio financiero moderno, eficiente, sin comisiones y que ayude a los clientes a manejar su dinero”, dijo Ángel Sahagún, fundador de la firma.
Se trata solamente de bajar la aplicación para el móvil, solicitar una tarjeta prepago respaldada por Mastercard (cumpliendo con ciertos requisitos) que llega al domicilio entre dos y cinco días; y empezar a usarla conforme al saldo que se le abone. “Albo brinda una tarjeta prepago Mastercard Internacional y una app móvil, con la cual puedes manejar tus finanzas de manera muy sencilla”, refirió el emprendedor.
De momento, esta fintech sólo permite abonos, pagos con la tarjeta y retiros de efectivo en cajeros (con la comisión que cobren los bancos), además de que la aplicación da la oportunidad de tener un control de todo lo que se abona y gasta, pero a decir de Ángel Sahagún, este mismo año podrían otorgar créditos (con el respaldo de otras instituciones financieras) y más adelante tienen el negocio de seguros en el radar.
“Nuestra ventaja competitiva es que, a través de tu app, puedes manejar toda tu cuenta, y además tiene componentes de educación financiera que te ayudan como cliente a administrar mejor tu dinero. Un cliente de albo ahorra entre 50 y 60% más al año que un cliente de una banca tradicional”, enfatiza.
Con sólo dos años en el mercado, albo ya tiene más de 20,000 cuentas, sobre todo de la llamada generación Millennial, que ya no comulga con la banca tradicional, sobre todo en lo concerniente a realizar largas filas, tanta tramitología y elevados costos.
Aquí, dice, sólo se baja la app, se piden algunos datos personales muy básicos, y en dos o cinco días ya se tiene el plástico para comenzar a abonarle saldo y utilizarla para pagar compras, servicios y otros. Se puede abonar en las tiendas Oxxo y a través de SPEI. Además, si se tiene alguna queja se puede resolver a través del chat de la aplicación; y si el plástico se pierde, se puede bloquear desde el mismo celular.
Ángel Sahagún señala que aunque hoy sólo ofrecen la tarjeta prepago y la app, este mismo año tienen pensado ofrecer créditos pequeños, acorde con la capacidad e historial de sus clientes, y más adelante quizá seguros, donde ven un mercado potencial.
“El objetivo más grande, la gran visión, es transformar y democratizar la banca en América Latina. Obviamente también tenemos a corto plazo metas de usuarios, de ventas. Pero esa estrella que nos guía es que todos queremos decir que ayudamos a la transformación de la banca en México. Yo sueño con un futuro en el que cualquier persona, aunque no sepa leer y escribir, pueda tener unas finanzas sanas; que no esté endeudado para mal; que no haya gente que no sepa qué sucede con su dinero”, expresa.
Además de otras instituciones financieras como bancos, sofomes y sofipos que fondean a albo, esta fintech ha levantado capital con fondos nacionales e internacionales por más de 1 millón de dólares, y pronto, explica el CEO, levantarán una nueva ronda de capital.
Además, precisa, al ser un medio de pago y tener detrás a entidades reguladas y supervisadas, la fintech cumple con ciertos lineamientos como armado de expedientes, identificación de clientes, políticas antilavado.
LEY FINTECH INCENTIVARÁ INVERSIÓN
Albo forma parte de la Asociación Fintech México. En este sentido, Sahagún refiere que están a favor de la ley en la materia que ya es una realidad en México, pues dice que ayudará al sector. “Eso va a incentivar la innovación y la inversión del desarrollo tecnológico en la industria financiera. Para nosotros es una gran noticia porque nos va a permitir hacer muchas cosas, más de lo que hoy hacemos, y también nos da certidumbre legal respecto a la industria”, señala.