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Trabajadores de VU Manufacturing irán con la queja laboral hasta el final
La organización auténtica de los trabajadores despertó sospechas de la empresa VU Manufacturing, quien no dudó en buscar a la Confederación de Trabajadores de México para protegerse ante la posibilidad de ser emplazada para firmar el contrato colectivo de trabajo con miembros del sindicato Liga Sindical Obrera Mexicana.
El trabajo sindical estaba hecho. La organización auténtica de los trabajadores despertó sospechas de la empresa VU Manufacturing, quien no dudó en buscar a la Confederación de Trabajadores de México (CTM) para -como en los viejos tiempos- protegerse ante la posibilidad de ser emplazada para firmar el contrato colectivo de trabajo con miembros del sindicato Liga Sindical Obrera Mexicana. Esta acción fue la que derivó la queja laboral ante el gobierno de Estados Unidos y presentada en México, luego de un largo camino que quedó documentado y de la que esperan una remediación.
Así lo explicó en entrevista a El Economista Julia Quiñones, asesora de la Liga Sindical Obrera Mexicana (LSOM), quien detalló que para presentar una queja y se analice bajo el Mecanismo de Respuesta Rápida del T-MEC “debe estar muy bien sustentada, con evidencia, con entrevistas a los trabajadores; elementos que se cumplieron al pie de la letra y que es la razón por la que el gobierno estadounidense admitió la quinta queja laboral que fue presentada a México”.
En ese sentido relata: “fueron 39 las entrevistas que se realizaron, y todavía se están analizando cuáles van a ser firmadas; porque es un reto para las organizaciones que están iniciando y porque no se tienen todos los recursos, hay trabajadores que no tienen impresora en su casa, ni tienen manera de firmar virtualmente, o sea son muchos retos”.
El pasado 16 de junio, miembros del sindicato Liga Sindical Obrera Mexicana (LSOM) y la asociación civil Comité Fronterizo de Obreras y Obreros (CFO), interpusieron una queja ante el gobierno de Estados Unidos mediante el Mecanismo Laboral de Respuesta Rápida, después de documentar varias violaciones de los derechos sindicales en la planta. Entre otras cosas, la queja declaró que la gerencia de la planta había intentado imponer en la empresa un sindicato de protección, la CTM, después de enterarse de las intenciones de unos trabajadores a afiliarse con la LSOM.
Quiñones destaca que “en las maquiladoras hemos visto por décadas muchas violaciones, mucha impunidad a los derechos de las y los trabajadores. Como parte del trabajo que se desarrolla están las campañas sindicales, sabíamos que después de que los trabajadores se capacitan tienen la libertad de escoger el sindicato de su elección mediante un voto personal, libre, directo y secreto, pues los trabajadores de VU vieron esta oportunidad”.
En esta empresa que se ubica en Piedras Negras, Coahuila, no existía ningún tipo de sindicato, “entonces cuando el equipo de campañas sindicales empezó a explorar la posibilidad de organizar a los trabajadores, hace 8 meses, se dieron entrenamientos, se identificaron líderes, y se extendió la organización en la planta, eso no es poca cosa. Se pretendía tener un contrato colectivo democrático, pero en junio fue cuando la empresa se dio cuenta de que había este interés de las y los trabajadores de formar un sindicato, cuando la empresa se dio cuenta busco a la CTM y esto lo sabemos porque lo han dicho abiertamente”.
Preparándose para el recuento
Aún cuando la queja seguirá su proceso, y en 45 días se debe presentar una respuesta del gobierno de México para atender la denegación de derechos de los trabajadores; en la LSOM el trabajo continúa conforme lo dicta la Ley Federal del Trabajo, pues deben solicitar la Constancia de Representatividad respaldada por el 30% de los trabajadores, y si hay presencia de más de un sindicato, entonces se debe recurrir a un recuento (votación) para que sean los propios trabajadores quienes elijan a sus líderes sindicales.
Al respecto Julia Quiñones detalla que tienen toda la confianza de ganar la votación; “a pesar de las campañas sucias que estamos enfrentando” y a tener sólo la hora de la comida para presentar la propuesta sindical a los trabajadores.
Además, tiene claro irán con la queja hasta el final, y mantenerse firme para “tener un contrato con un sindicato real, un contrato colectivo propuesto por ellos, pues significaría un beneficio a largo plazo y no las despensas que ahorita les paguen o el agua o el predial, esas son puras cositas que no van a durar”.