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Innovar urgentemente para la sociedad
Bruce Wayne, el sofisticado hombre detrás de Batman, año con año sorprendía a sus seguidores con los innovadores diseños detrás del Batmobile, producto de complejos procesos de diseño y múltiples pruebas en campo que buscaban mejorar su desempeño para ayudar a Batman a identificar y aprehender a los criminales de ciudad Gótica.
A pesar del rol que el Batmobile desempeña, es poca la atención que recibe cómo Bruce Wayne comprobaba que sus innovadores diseños cumplían su objetivo, no solo en términos del vehículo, sino del vehículo en relación con su entorno.
Tima Bansal, profesora de estrategia de la Ivey Business School, usa esta curiosa referencia para desafiar a la comunidad empresarial a replantearse cuál es la relación entre los procesos de innovación de sus empresas y los entornos en los que operan. ¿Capitalizan, como lo hacía Empresas Wayne, Inc., los atributos de los bienes y servicios ofrecidos para maximizar su impacto ante las necesidades del entorno y su propósito empresarial?
Son pocas las empresas que hoy no apelan a su capacidad innovativa como una de las columnas vertebrales de su quehacer. Para darnos una idea, Apple invierte alrededor de 5% de sus ingresos anuales en investigación y desarrollo, Facebook más de 13%, Google más de 16% y Amazon más de 28%. No obstante, el enfoque actual de la innovación, según Bansal, sigue buscando rentabilidad financiera en el corto plazo. Así, se pierde la oportunidad de fundamentar las innovaciones en el futuro de la sociedad.
La propuesta de Tima es que si las empresas no centran la innovación en patrones macrosociales –cambios demográficos, escases de recursos naturales, desigualdad social, exclusión financiera y tecnológica, entre muchos otros–, estamos perdiendo la oportunidad de innovar para objetivos mucho más ambiciosos y que pueden tener impacto de largo plazo.
En otras palabras, necesitamos repensar el enfoque de los procesos de innovación. Si en vez de pensar únicamente en la empresa como la unidad de impacto, empezamos a visualizar sistemas y a la sociedad como el fin de esta innovación, no solo el enfoque del proceso sería totalmente distinto, sino los resultados.
Si bien, no hay una receta exacta, algo clave es que en estos procesos de desarrollo necesitamos pensar constantemente en cómo hacer zoom-in y zoom-out para entender las múltiples perspectivas del problema y las múltiples facetas de impacto que puede tener una solución innovadora.
Bansal & Grewatsch (2020) ofrecen tres pistas:
- Enfoque de megatendencias. Es el constante monitoreo para abordar grandes desafíos que impactan no solo a su empresa, sino a la sociedad. Una estrategia es trabajar con pequeños equipos multifuncionales que incluyan analistas, especialistas en investigación y desarrollo y directivos ubicados en varios países.
- Expandir la forma en que definimos el problema. Se trata de alinear la innovación con aquello que le importa y que impacta a la sociedad, mucho más allá de lo que el cliente ve como una necesidad urgente.
- Ampliar la forma en la que medimos resultados. Se debe buscar un espectro de resultados más incluyentes desde la dimensión temporal y espacial. y no solo desde un lente únicamente comercial.
Si bien cambian las tendencias y los dinámicos problemas sociales y ambientales, sigue habiendo un patrón común: el rol de los directivos de generar y transformar culturas que permeen una responsabilidad social anclada en los supuestos indicados. Innovar para la sociedad, no solo para la empresa.
*Ana Cristina Dahik es profesora del área de Entorno Político y Social de IPADE Business School y Germán Céspedes es profesor del área de Factor Humano de IPADE Business School.