Lectura 3:00 min
Producción de leche, un negocio con oportunidades
De acuerdo con estadísticas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por su sigla en inglés), a nivel mundial la producción de leche se concentra principalmente en la Unión Europea, India y Estados Unidos.
En el 2009, estos países en conjunto concentraron 60.6% de la producción mundial de leche, es decir, 266.2 millones de litros.
En ese mismo año, México se ubicó en el décimo lugar a nivel mundial, con una producción promedio de 10.5 millones de litros de leche, siendo las principales entidades productoras Jalisco 18%, Coahuila 13%, Durango 10% y Chihuahua con 9% de la producción nacional.
De acuerdo con el tamaño del hato, las empresas lecheras en los Altos de Jalisco se pueden segmentar por tamaño del hato en a) empresas de menos de 30 vacas, b) empresas con entre 30 y 100 vacas y c) empresas con más de 100 vacas.
Al respecto, convienen destacar que los niveles de rentabilidad tienen una relación positiva con el tamaño del hato, situación que sugiere la presencia de economías a escala.
Sin embargo, de acuerdo con la información disponible, el componente de mayor importancia en el costo de producción por litro de leche es la alimentación.
Dicho factor concentra en promedio 68% del costo total de producción. Por ello, con el propósito de incrementar la rentabilidad es conveniente implementar estrategias que permitan reducir los costos de alimentación.
Al respecto, se ha encontrado que se podría reducir el costo de alimentación hasta en 50%, al reducir el consumo de alimento concentrado, insumo de alto costo que normalmente es comprado por el productor, e incrementar el consumo de forraje de maíz, insumo de menor costo que, en muchos casos, puede producirse en la misma empresa lechera.
Asimismo, el precio podría tener incentivos dependiendo de la calidad de la leche, ya sea por su contenido de grasa, proteína y sólidos totales, así como por su calidad higiénica y condiciones de entrega, entre otros.
Todo ello, aspectos valorados en las industrias que elaboran derivados lácteos como yogur, mantequilla, quesos y crema, entre otros.
Considerando lo anterior, es claro que los esquemas de desarrollo de proveedores que FIRA promueve y apoya mediante la oferta de servicios tecnológicos y financieros, es un mecanismo que mejora la rentabilidad de las empresas y su integración con la actividad primaria, pero que además mejora la calidad de los productos y con ello la satisfacción del consumidor final.
*José Ramón Ojeda Ledesma es especialista de la Dirección de Análisis Económico y Consultoría en FIRA. La opinión es responsabilidad del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA.
jrojeda@fira.gob.mx