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Arte e Ideas

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Dejemos de estigmatizar a las madres en el periodo de lactancia 

Durante la Semana Mundial 2021 la OPS envía un mensaje “Proteger la Lactancia Materna: Una Responsabilidad Compartida” centrado en evitar la discriminación de las madres lactantes en cualquier ámbito, ofreciendo apoyo familiar y comunitario, además de políticas equitativas de igualdad. 

Foto: Especial

Los prejuicios sobre la lactancia materna son amplios, por ejemplo adjudicar el estado de ánimo del bebé por lo que una madre comió o cómo se siente.

“Tu bebé está sensible y lloroncito , es porque comiste chile, frijoles, chorizo, o porque lloraste mucho mientras estabas embarazada”.

Todos estos mitos siguen a las madres durante el primer periodo del nacimiento de un bebé y hay que combatirlos, explica la doctora Ana Salvador, pediatra, maestra en biotecnología, lactancia materna y cuidados materno-infantiles. 

Por ello cada mes de agosto se lleva a cabo la Semana Mundial de la Lactancia Materna, justo como un recordatorio de que es necesario crear una cadena amplia y efectiva de apoyo que incluya sistemas de salud, lugares de trabajo y comunidades en todos los sectores sociales; retos que hasta ahora no han sido accesibles para todos los sectores. 

Al hablar del tema, la especialista asegura que es importante empoderar a las mujeres con conocimiento, para que tomen las mejores decisiones sin culpa. “La lactancia materna es lo mejor, existe hoy una gran cantidad de evidencia y este será el mensaje principal de los especialistas hasta que nos cansemos y nos quedemos sin voz, pero también afortunadamente en el mercado hay opciones y sustitutos, que si bien no a cumplen el efecto 100% de la lactancia materna, si ayudan a nutrir de manera adecuada al bebé”. 

Y es que muchas madres han sido señaladas por no dar pecho. “Acusarlas no es la solución detrás de estos casos probablemente hay un shock muy fuerte, una depresión postparto o algún impedimento médico. Parecería fácil juzgar pero es importante que una mujer que decidió que la lactancia materna no era la primera opción no se sienta menos que las demás, por el contrario, es importante recordarles que la forma en que los alimentan no tiene que ver con cuánto los quieren”.  

Aprender del proceso gastrointestinal del bebé  

Otra forma de empoderar a las madres es con conocimiento de qué pasa con la pancita de un bebé en los primeros meses de vida. El sentimiento de culpa también entra por ver a nuestros bebés incómodos a la hora de alimentarlos. Pero es importante entender que uno de cada dos bebés sanos puede llegar a tener pancita sensible y 70% de los bebés sanos a lo largo de sus dos primeros años de vida puede presentar alguna molestia gastrointestinal leve, independientemente de si es alimentado de seno materno o con sustituto de leche materna. 

También si el bebé está llorón, irritable, o sensible, podríamos revisar por ejemplo la posición al dar seno materno, el agarre, la postura, la succión, luego de eso ya podríamos pensar en otras cosas. 

La doctora Salvador  asegura: “Nunca se le da gusto a nadie, además debemos hablar sin culpa porque se ha mitificado la maternidad, como un proceso color de rosa y que una sola debe resolverlo, se nos ataca a las mujeres si no sabemos que tiene nuestro bebé, pero ciertamente en un principio no hay forma de saber qué le está pasando, todo es a ensayo y error, incluso en ocasiones no hay causa específica”.  

Agregó que una vez que descartamos varios factores, si sentimos que algo sigue mal, lo mejor es acudir con el especialista, un pediatra que pueda dar las mejores recomendaciones con base en la evidencia. Y explica: Cuando los bebés nacen tienen una inmadurez de su sistema digestivo, las enzimas que permiten digerir en un pequeño no funcionan al 100%, incluso llegan a funcionar de manera óptima hasta los 2 años, por eso cuando el alimento llega al colon, produce gas y lo irritan, de ahí que un bebé se sienta inflamado y molesto.  

Concluye que la lactancia materna tiene enzimas que ayudan a digerir las proteínas al bebé, pero si no estamos dando lactancia materna, con un bebé de pancita sensible lo más recomendable es hablar con el pediatra para que busque la mejor opción y recomiende alguna fórmula que contenga alguna proteína parcialmente hidrolizada (parcialmente digerida) y de baja lactosa para que el bebé tenga una buena digestión.  

En México, sólo uno de cada tres

Según la Encuesta Nacional de Niños, Niñas y Mujeres, en México, sólo uno de cada tres bebés se alimenta con lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad. 

“Nadie habla de esto y no sabemos qué hacer, menos ahora en la pandemia para las mamás primerizas. Esto aumenta el estrés para toda la familia”, sostiene la especialista.  

La lactancia materna es la intervención más costo-efectiva para la salud de los recién nacidos y de sus madres. Es una práctica fisiológica que reduce el riesgo de enfermedades e infecciones del recién nacido, además, mejora su desarrollo y su crecimiento. Simultáneamente, disminuye el riesgo materno de cáncer de mama, de sangrado posterior al parto, confiere protección anticonceptiva y mejora el vínculo emocional entre la madre y el hijo.

nelly.toche@eleconomista.mx

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