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Divisiones en torno a combustibles fósiles se mantienen en fase final de negociaciones de la COP 28
Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP y líder de facto del grupo, ha defendido junto con Rusia y otros países que la COP 28 debe centrarse en reducir las emisiones, no en atacar las fuentes de combustible que las provocan.
El presidente de la cumbre sobre el clima COP 28 instó el domingo a los negociadores a esforzarse más por alcanzar un consenso sobre un acuerdo para eliminar progresivamente el uso de combustibles fósiles en el mundo cuando la conferencia, de dos semanas de duración, entraba en su fase final.
Las conversaciones de Dubái han puesto de manifiesto las profundas divisiones internacionales sobre el futuro papel del petróleo, el gas y el carbón, que están complicando los esfuerzos de casi 200 países por llegar a un acuerdo antes de la clausura de la cumbre el martes.
Una coalición de más de 80 países, entre ellos Estados Unidos, la Unión Europea y pequeños Estados insulares, aboga por un acuerdo que incluya la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, la principal fuente de emisiones de gases de efecto invernadero, a los que los científicos culpan del calentamiento global.
El intento enfrenta una dura oposición liderada por el grupo de productores de petróleo OPEP y sus aliados.
En busca de un gran avance, el presidente de la COP 28, el sultán al-Jaber, dio el inusual paso de convocar un "majlis" -término árabe para designar una reunión comunal- en el que las delegaciones pudieran hablar en un foro distinto a la sala plenaria formal. "Estamos en la recta final (...) Espero que no me defrauden", destacó.
En una configuración circular, las delegaciones volvieron a exponer sus posiciones, pero no resultó evidente que el foro hubiera dado lugar a un cambio de postura.
La OPEP envió el 6 de diciembre una carta a sus miembros y partidarios en la que pedía que se opusieran a cualquier texto que apunte a los combustibles fósiles en un acuerdo de la COP 28, y los observadores de las negociaciones dijeron a Reuters que algunas delegaciones parecían estar haciendo caso al llamado.
"Creo que todavía hay posiciones bastante arraigadas", declaró antes del majlis del domingo Adam Guibourgé-Czetwertyński, viceministro polaco de Clima, que encabeza la delegación de su país en la COP 28.
Arabia Saudita, el mayor productor de la OPEP y líder de facto del grupo, ha defendido junto con Rusia y otros países que la COP 28 debe centrarse en reducir las emisiones, no en atacar las fuentes de combustible que las provocan.
Xie Zhenhua, principal enviado chino para el clima, declaró el sábado que un acuerdo en la COP 28 sólo puede considerarse un éxito si incluye un pacto sobre los combustibles fósiles, aunque no aclaró si Pekín respaldaría un acuerdo de "eliminación gradual".
Compromisos
Un borrador de texto publicado el domingo proponía que la COP 29 del año que viene se celebrara en Azerbaiyán entre el 11 y el 22 de noviembre. El texto deberá ser aprobado por la cumbre antes de que se convierta en oficial.
La última versión del texto de negociación, publicada el viernes, muestra que los países aún estaban considerando varias opciones: desde acordar una eliminación progresiva de los combustibles fósiles en línea con datos científicos disponibles, pasando por la eliminación progresiva del uso persistente de combustibles fósiles, hasta no incluir ninguna mención.
Reducir los combustibles fósiles significa hacer bajar su impacto climático capturando y almacenando las emisiones de dióxido de carbono. La captura de carbono es cara y aún no se ha probado a gran escala.
Tres fuentes dijeron a Reuters que la presidencia de la COP 28 no tenía intención de publicar otro borrador hasta el lunes, lo que dejaría a los negociadores sólo un día completo para resolver las diferencias antes del final de la conferencia.
En su intervención en el majlis el domingo, un representante de la delegación de Arabia Saudita reiteró su postura de que el acuerdo de la COP 28 no debería elegir fuentes de energía, sino centrarse en reducir las emisiones.
Gran Bretaña y Australia fueron de los pocos países que ofrecieron un atisbo de compromiso, afirmando que la flexibilidad en el lenguaje de los combustibles fósiles era posible siempre que hubiera suficientes salvaguardias.
La Unión Europea, por su parte, reiteró su postura de que la eliminación progresiva de los combustibles fósiles es un componente esencial de cualquier acuerdo para evitar lo peor del cambio climático.