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Joven mexicana gana premio internacional de robótica

Kamila Ortega, de 17 años, estudiante del equipo DEVOLT del Tecmilenio Chihuahua, hizo historia al convertirse en la primera mujer mexicana en ganar el Dean's List Award en el certamen estudiantil FIRST Robotic Competition.

Foto: Especial

Kamila Ortega hizo historia en el Mundial FIRST Robotics Competition 2024, celebrado en Houston, Texas, al convertirse en la primera mujer mexicana en ganar el Dean's List Award.

FIRST es uno de los certámenes más importantes de robótica para las juventudes a nivel mundial, donde demuestran su dominio en las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería, arte y matemáticas (STEAM), y la joven Ortega, estudiante del equipo DEVOLT, del Tecmilenio Chihuahua, consiguió este premio individual se otorga entre más de 50,000 estudiantes de todo el mundo y reconoce la excelencia académica, liderazgo inspirador y el compromiso con la comunidad FIRST.

A propósito del reconocimiento, El Economista conversó con la campeona. “Estoy muy feliz y orgullosa de lo que he logrado porque aquí invierto mi tiempo, amor, ganas, energía, tardes libres y demás, pero con la confirmación del premio ganado, estoy segura de que esto ha sido una buena decisión”.

Kamila lleva cinco años participando en eventos de robótica, desde los 12 años entró al equipo de Tecmilenio, por lo que en el presente prepararse todos los días y dedicarle un espacio a la robótica es prácticamente parte de su rutina. “Para mi esto no es un sacrificio es parte de mi día a día y de mi formación”.

Platica que desde muy chica ella intentó de todo, baile, todo tipo de deportes, incluso cada año entraba a un curso de verano, pero hace cinco años entró a un espacio con un equipo de robótica, desde ese momento ella se enamoró de la actividad. “Me enamoré del equipo, me presentaron todo lo que hacían y me encantó, por eso decidí destacar en la `veraneada´, me escogieron y me reclutaron para el equipo, así poco a poco empecé a ir más seguido, me enseñaron cosas y poco a poco lo fui integrando todo”.

Asegura que es importante dar a conocer este tipo de actividades, dónde están los equipos o cómo crearlos, dónde te puedes inscribir, quién tiene experiencia en ello, pues claramente es la única forma que podemos llegar a los niños y que se tengan las oportunidades de conocer este mundo, “es importante divulgar la ciencia y la tecnología en los más pequeños y en diferentes estados de la República”.

La competencia

Kamila explica que en la competencia hay varias categorías, “yo normalmente participo en una categoría de robots muy grandes donde a partir de nuestros prototipos se tiene un juego en cancha, además se trabaja en vender un equipo y una marca, es decir también se trata de crear toda la imagen del equipo donde estás”. Se trata de tecnología y negocios, “yo he estado en todas las áreas del equipo, tanto mecánica como social, es por eso que se fijaron en mi. El premio que yo gané es individual y reconoce a los estudiantes con liderazgo y dedicación, tanto afuera como adentro de la competición”.

Después de cinco años, Kamila a sus 17 años ha aprendido perfectamente cómo desenvolverse dentro y fuera del equipo, eso la ha llevado a la creación y participación de muchos otros proyectos y causas sociales, gracias a eso su equipo la apoyó.

Cada año los equipos eligen a dos personas por temporada, ellos compiten en el regional (en cada país) y luego se vuelven semifinalistas, de ahí pasan al mundial ya como finalistas, ahí nuevamente se compite y se anuncia a los ganadores. “Esto empieza con todos los regionales del mundo, son alrededor de 50,000 competidores, luego pasan dos por regional, en México por ejemplo, hay tres regiones y pasamos seis. Ya en el mundial eramos alrededor de 600 competidores y de ahí se eligen a los 20 ganadores, yo soy parte de esos ganadores, y dicho se a de paso, soy la primera mexicana en ganar ese premio desde que se creó”.

Este premio lo que destaca es la trayectoria, todo lo que has aprendido y todo lo que dejas en tu comunidad y en tu equipo.

Nuevas puertas se abren

Aún sin creer el resultado, Kamila asegura estar muy emocionada pues esto le abrirá puertas que no imaginaba. “Yo en realidad trabajé mucho para poder ser nominada, luego para prepararme y ver cómo desenvolverme con los jueces y pasar todas las fases. Sigo sin creer que haya logrado el objetivo de estar entre los 20 ganadores pero ahora que lo tengo uno de mis propósitos es aprovechar al máximo las posibilidades futuras”.

Dijo que desde que está en robótica ella supo su inclinación por la ciencia y la tecnología, “con el premio se me abre un mundo de oportunidades en las universidades como el MIT o Yale, ellos están muy interesados en los ganadores que salen de estas competiciones. Ahora he tenido ofertas y muchas invitaciones para conocer las escuelas, esto me permitirá enfocarme de mejor manera a la ingeniería que quiero y en la universidad que quiero, también podré ser guía para apoyar a quienes quieran aprovechar este tipo de oportunidades”.

Cualquier niña puede lograrlo

Aunque Kamila asegura que no existe una formula para lograr el objetivo, sí está clara en lo que ella hizo para conseguirlo y lo comparte: “Yo primero que nada intenté de todo, pues no siempre la ingeniería o robótica es para todos, pero entre más pruebas, puedes encontrar algo que te enamore. El siguiente punto sería justo eso, encontrar lo que nos gusta y que te veas haciéndolo por mucho tiempo en el futuro. También, hacer todo de corazón, ser muy altruista, hacer voluntariado e iniciar proyectos, no importando si fracasan. Por último, entrar a todas las convocatorias, pues uno nunca sabe cuándo puede destacar en alguna de ellas, ser el perfil que buscan”.

Kamila asegura que para nada se necesita una vida extraordinaria para destacar, “no se trata de siempre estar ocupado y hacer mil cosas, claramente no es la formula. Mis días son comunes, me despierto, me alisto para ir a la escuela, ahí estoy hasta la una de la tarde y me enfoco en la escuela y estar con mis amigos. Luego tengo la ventaja de que el taller está a dos pasos de la escuela, dejo mis cosas, me voy a comer y regreso. Luego me voy a casa y busco un balance en mi vida, tengo tiempo libre para descansar o avanzar en mis tareas, por la noche busco concluir alrededor de las 10 para poder dormir temprano”. Cuenta que también los sábados invierte tiempo en el taller y después lo dedica a su familia.

Para esta campeona el apoyo de su familia es muy importante e incondicional “la verdad es que yo les agradezco mucho, incluso a mis amigos, mis mentores y Tecmilenio, sin ellos no podría viajar, que es lo que más me gusta, tengo comprensión y empatía de todos para lograr mis proyectos. Mi mamá sobre todo es la que meda fuerzas para los días difíciles, ella me recuerda que esto es lo que me gusta y me da fuerzas para seguir adelante cuando no quiero hacer nada”.

Kamila concluye que el camino apenas empieza, pues “ahora para mí esto es un compromiso, abrir el camino para que muchas más mujeres en México y Latinoamérica lo logren también”.

nelly.toche@eleconoomista.mx

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Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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