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Capital Humano

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ONGs proponen cambios para acelerar afiliación de trabajadoras del hogar al IMSS

Desde su implementación en 2019, el programa piloto del IMSS sólo ha podido cubrir a poco menos del 2% de la población que se dedica al empleo doméstico remunerado; incluir incentivos fiscales o subsidios podría ayudar en esta labor.

Foto: ArchivoNOTIMEX, NOTIMEX

El esquema de afiliación de las trabajadoras del hogar al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no es accesible para todas, de acuerdo con un estudio del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir (ILSB) y la organización Nosotrxs. “Hay varias características en el diseño de los requisitos y restricciones que podrían estar inhibiendo de forma significativa la incorporación”, señalan.

Ese modelo de inscripción está vigente mediante el programa que aún es piloto. Pero podría convertirse en ley, pues el Senado se ha basado en él para proponer la reforma que convertirá en obligatorio el régimen de afiliación para este sector. La seguridad social no sólo es garantizar el derecho a la salud, señaló Marcela Azuela, coordinadora de la organización Hogar Justo Hogar, en conferencia de prensa. Significa que las trabajadoras tendrán prestaciones laborales y sociales que les den una vida digna, como guarderías, capacitación, acceso a eventos culturales, ahorro para el retiro, incapacidades, enumeró.

Makieze Medina, coordinadora del programa de Género y trabajo del ILSB, a nombre de las organizaciones en defensa de los derechos de esta población, hizo un “llamado enérgico” a las autoridades de los tres niveles a garantizar y promover la seguridad social de las trabajadoras del hogar.

“Sé algo del programa piloto, lo vi en la tele, pero no es mi obligación pagarlo”, le respondió la empleadora a Blanca Vianey González cuando la trabajadora le habló sobre sus condiciones laborales. En tanto no se concluya la reforma legislativa para que sea obligatoria la afiliación será más difícil que ellas puedan exigir su cumplimiento. “Pero por eso luchamos todos los días”, apuntó.

Pero además de la reforma, tienen otros obstáculos: sólo pueden afiliarse al IMSS quienes laboren al menos 20 días al mes y ganen un salario mínimo mensual, según área geográfica que les corresponda.

Entonces, la primera recomendación es eliminar esas dos restricciones, así como reducir el monto de las contribuciones y salariales a cubrir y otorgar la cobertura de inmediato, no un mes posterior al pago, apuntan en el reporte Recomendaciones a la Prueba piloto para la incorporación de las personas trabajadoras del hogar al régimen obligatorio del Seguro Social.

Incentivos fiscales, otra opción

“El 2019 fue el gran año para las trabajadoras del hogar en cuanto al reconocimiento de sus derechos en las leyes”, señaló Marcela Azuela. En abril de ese año, el IMSS lanzó la primera fase del programa piloto de inscripción. Apenas en diciembre de 2018 la Suprema Corte de Justicia había declarado discriminatorio que el régimen de afiliación para este sector fuera voluntario y no obligatorio, como para el resto de la población trabajadora. El máximo tribunal le ordenó al instituto crear un programa a modo de prueba para luego convertirlo en definitivo.

Luego, en julio de 2019, el Congreso reformó la Ley Federal del Trabajo (LFT) para incluir el capítulo XIII, específico para personas trabajadoras del hogar. Al final de ese mismo año, 2019, ambas Cámaras ratificaron el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), adoptado también para ese sector.

“Ya tenemos un marco jurídico que nos protege y nos dice cómo hacer las cosas. Pero falta un cambio cultural y en ese sentido aún no estamos a la altura”, lamentó la activista. En noviembre pasado, el IMSS registró a 40,491personas empleadas del hogar en el programa piloto. Esa cifra representa el 1.8% de las más de 2.1 millones de ocupadas que reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en octubre.

Para el ILSB y Nosotrxs una causa de tan baja afiliación podrían ser los requisitos. “Sin duda, el IMSS ha hecho un esfuerzo reconocible para incluir a las personas trabajadoras del hogar dentro de sus esquemas de seguridad social; sin embargo, todavía existen áreas de oportunidad”, apuntan en el reporte.

De acuerdo con la OIT, los sistemas de seguridad social para trabajadoras del hogar deben ser inclusivos, asequibles, simples, garantizadores del cumplimiento y atractivos, es decir, “capaces de atraer al mayor número de participantes potenciales”, señala el informe del ILSB y de Nosotrxs.

Por ello, recomiendan implementar una serie de incentivos económicos para lograr el mayor número de personas afiliadas, como descuentos o cuotas reducidas para ambas partes al inscribirse de manera conjunta. Uno de los grandes frenos para que empleadores y empleadoras asuman su responsabilidad con quienes contratan es que ellas tampoco cuentan con seguridad social y sus salarios no simpre son altos, así que un subsidio a sus cuotas podría funcionar, sugieren.

Las instituciones tributarias también podrían generar “incentivos atractivos para las personas empleadoras, como acuerdos que eximan de ciertos pagos o cuotas a quienes demuestren tener una persona trabajadora del hogar debidamente afiliada al IMSS”. Todas estas medidas pueden ser temporales o permanentes.

El ILSB y Nosotrx pidieron “más campañas de difusión desde las secretarías y dependencias del gobierno para dar a conocer el programa entre personas empleadoras y trabajadoras”. Estas acciones de información deben ser de carácter nacional en televisión y radio, pero también redes sociales o medios de comunicación ad hoc a cada región, indicó Makieze Medina.

Solicitaron a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) vigilar el cumplimiento de los derechos laborales de este grupo mediante inspecciones diseñadas conforme a las particularidades de esta actividad.

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