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Discutir, el secreto de los equipos exitosos
Los mejores equipos son aquellos que están formados por individuos con opiniones y perspectivas diversas, para que estas discusiones sean realmente productivas, es crucial que estén guiadas por un líder que fomente un ambiente de respeto mutuo y apertura.
En mi recorrido como líder en distintos equipos, he sido testigo de cómo se ha tejido una ilusión sobre el liderazgo, una que se parece más a un cuento de hadas que a la realidad. Nos venden la imagen de equipos que funcionan como relojes, donde cada pieza encaja a la perfección, coordinados casi por telepatía; sin embargo, la verdad dista mucho de esta fantasía.
La realidad es que los equipos efectivos no son aquellos que están libres de conflictos o que operan en una constante armonía. Más bien, los equipos ganadores son aquellos que enfrentan los desafíos de manera constructiva. La idea de que un equipo exitoso es aquel en el que todos están de acuerdo y nunca hay fricciones es una ilusión peligrosa que puede llevar al estancamiento y la complacencia.
En mi experiencia, he aprendido que los mejores equipos son aquellos que están formados por individuos con opiniones y perspectivas diversas, y que no temen expresarlas. Estas diferencias de opinión son una fuente invaluable de creatividad e innovación; sin embargo, para que estas discusiones sean realmente productivas, es crucial que estén guiadas por un líder que fomente un ambiente de respeto mutuo y apertura.
El miedo al conflicto y la búsqueda constante de la aprobación pueden llevar a un estancamiento en el crecimiento y la innovación. Los líderes deben entender que las confrontaciones saludables son una parte natural del proceso de trabajo en equipo y que pueden ser una herramienta poderosa para alcanzar los objetivos organizacionales.
Es hora de desmontar el mito de que los grandes equipos son aquellos que operan en una constante armonía. En su lugar, debemos abrazar la idea de que las discusiones constructivas y los conflictos bien gestionados son esenciales para el éxito a largo plazo. Como líderes, nuestra responsabilidad es crear un ambiente donde las opiniones divergentes sean valoradas y donde se promueva la diversidad de pensamiento. Solo así podremos llevar a nuestros equipos a niveles verdaderamente épicos de rendimiento y éxito.
De acuerdo con especialistas, el 99% de los colaboradores prefiere un lugar de trabajo en el que las personas identifiquen y discutan los problemas de manera veraz y efectiva. Más de 50% dice que su organización discute los problemas de manera veraz y efectiva. Esto demuestra la necesidad y la importancia de fomentar un ambiente propicio para discusiones constructivas en los equipos de trabajo.
Pasos para crear equipos exitosos
Pero, ¿cómo encarar el problema de equipos aburridos? Les propongo este paso a paso.
» 1. Fomentar la apertura: Crear un ambiente donde todos se sientan seguros expresando sus opiniones sin temor a represalias.
Ejemplo. En una reunión de equipo, el líder puede comenzar compartiendo su opinión sobre un tema y alentar a los demás a hacer lo mismo, creando así un ambiente de confianza y apertura.
» 2. Establecer normas claras: Definir reglas de compromiso para las discusiones, enfatizando la importancia de mantener la profesionalidad y el respeto mutuo.
Ejemplo. Antes de comenzar una reunión, el líder puede recordar a todos los miembros del equipo la importancia de escuchar activamente y respetar las opiniones de los demás, incluso si no están de acuerdo con ellas.
» 3. Promover la diversidad de pensamiento: Reconocer que las mejores soluciones surgen de la confrontación de ideas y perspectivas diferentes.
Ejemplo. Invitar a miembros del equipo con diferentes antecedentes y experiencias a participar en la resolución de problemas, fomentando así la diversidad de pensamiento y la creatividad.
» 4. Dirigir la discusión: Facilitar las discusiones para asegurarse de que se mantengan enfocadas en los temas relevantes y no se desvíen hacia lo personal.
Ejemplo. Durante una discusión acalorada, el líder puede intervenir para recordar al equipo el objetivo de la reunión y ayudar a dirigir la conversación hacia una solución constructiva.
En conclusión, mi experiencia me ha enseñado que la clave para el éxito en cualquier equipo radica en la capacidad de enfrentar las confrontaciones de manera constructiva. Los equipos ganadores no son aquellos que evitan los conflictos, sino aquellos que los abrazan y los utilizan como oportunidades para crecer y mejorar.
Como líderes, es nuestra responsabilidad fomentar un ambiente donde las opiniones divergentes sean valoradas y donde se promueva la diversidad de pensamiento. Solo así podremos llevar a nuestros equipos a niveles épicos de rendimiento y éxito.