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Avianca espera que gobierno colombiano actúe en reorganización
No es la primera vez que la empresa colombiana se declara en bancarrota o sortea una crisis; su participación de mercado de más del 50% es una señal por la que podría rediseñar la competencia por las rutas nacionales en un mercado de libre oferta y demanda.
El hecho de que Avianca se haya acogido al Capítulo 11 de Estados Unidos no es propiamente la “crónica de una muerte anunciada”, pues aún tiene tres grandes activos para resurgir como lo ha hecho anteriormente: historia, marca y un gran mercado. Por lo anterior, la aerolínea también espera que el gobierno desempeñe un rol clave en sus esfuerzos de reestructuración.
Avianca Holdings SA anunció que fue aceptada al Capítulo 11 de la ley de Bancarrota de Estados Unidos, además, la aerolínea obtuvo permiso para cumplir compromisos laborales que se debían antes de la solicitud. “Se cumplirá con varias obligaciones previas que se adeudan a algunas de sus socios de agencias de viaje y sus proveedores”, señaló en un comunicado la empresa.
El Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos al que decidió acogerse Avianca por segunda vez en su historia (la primera fue en el 2003) es un proceso temporal que permitirá a la aerolínea reorganizar y completar su reestructuración financiera siempre y cuando ésta se comprometa a mantener sus operaciones al día.
La aerolínea de innegable tradición o aroma colombiano ha pasado por todas las circunstancias que una empresa puede padecer: ha nacido pequeña y regional; ha crecido, madurado y se ha quebrado; en un frenesí típico de un sector muy cambiante; su historial está lleno de nacionalizaciones, capitales externos, ventas y compras; todo un cóctel de sentimientos encontrados entre los usuarios que ha desarrollado un sentimiento de amores y odios.
La última vez que se quebró fue en el 2003 cuando sus accionistas tradicionales del Grupo Santo Domingo decidieron acogerse al Capítulo 11 de Estados Unidos, dado que estratégicamente sus intereses estaban en el negocio de la cerveza y el transporte aéreo vivía un fuerte reacomodo tras los actos terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Ahora están nuevamente en el limbo laboral para más de 14,000 trabajadores en Colombia. No es una situación fácil, pero es una oportunidad para reinventar a Avianca de la mano de otros socios estratégicos que compitan en el interesante mercado colombiano que mueve a más de 30 millones de pasajeros al año.
En tanto, la empresa espera que el gobierno colombiano desempeñe un rol clave en sus esfuerzos de reestructuración, después de las prohibiciones de viaje generalizadas se vieron obligados a declararse en bancarrota, según documentos judiciales.
La segunda aerolínea más grande de América Latina dijo que debido a su importancia en la red de viajes aéreos nacionales de Colombia, el gobierno “puede ser uno de los principales interesados” en su reorganización.
Más allá de si interviene el Gobierno o no, la operación de Avianca será clave para la reactivación económica, y más porque mueve la mitad de los pasajeros en Colombia.
En las rutas nacionales, el año pasado, con 50.05% de los pasajeros transportados (16.8 millones), Avianca fue la líder del mercado. Del lado de los vuelos internacionales, de los 15.5 millones de pasajeros registrados en el año, Avianca movilizó 42.8 por ciento. En total, la empresa movió 30.5 millones de pasajeros. Además, del algo más del medio millón de vuelos que se dieron en los aeropuertos colombianos, Avianca operó 45.7%, llegando a 26 países de América y Europa, tras operar 280,466 vuelos que llegaron, en total, a 75 destinos diferentes.
En cuanto al empleo, Avianca cuenta con 17,000 colaboradores, entre directos e indirectos, y las cifras de la empresa dan cuenta de que las nóminas que pagan por sus empleos directos representan 330 millones de dólares al año e impactan a 64,000 personas.
Por eso, es clave que dentro del anuncio de acogerse al Capítulo 11, el CEO de la empresa, Anko van der Werff, fuera claro en que éste no es un procedimiento de insolvencia para la aerolínea, y que la intención es mantener las operaciones “durante y después”.