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Europa resentirá con mayor dureza la desaceleración económica

La OCDE señaló que la desaceleración mundial está afectando a las economías de forma desigual, y que Europa es la más impactada por la guerra de Rusia en Ucrania.

Foto: Shutterstock

La economía mundial debería evitar una recesión el próximo año, pero la peor crisis energética desde los años 70 provocará una fuerte desaceleración, siendo Europa la más afectada, según la OCDE, que añadió que la lucha contra la inflación debería ser la máxima prioridad de los responsables de política monetaria.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) señaló el martes que las perspectivas nacionales son muy variadas, aunque la economía británica va a ir a la zaga de sus principales homólogas.

El organismo pronosticó que el crecimiento económico mundial se desacelerará del 3.1% este año -un poco más de lo previsto por la OCDE en sus proyecciones de septiembre- al 2.2% el próximo año, antes de acelerarse al 2.7% en 2024.

"No prevemos una recesión, pero sí un periodo de debilidad pronunciada", dijo el director de la OCDE, Mathias Cormann, en una conferencia de prensa para presentar las últimas Perspectivas Económicas de la organización.

La OCDE señaló que la desaceleración mundial está afectando a las economías de forma desigual, y que Europa es la más impactada por la guerra de Rusia en Ucrania, golpeando a la actividad empresarial y provocando un aumento de los precios de la energía.

Asimismo, prevé que la economía de los 19 países de la zona euro crecerá un 3.3% este año y luego se ralentizará hasta el 0.5% en 2023, antes de recuperarse y crecer un 1.4% en 2024. Esta previsión es algo mejor que la que hizo en septiembre, que estimaba un crecimiento del 3.1% este año y del 0.3% en 2023.

La OCDE predijo una contracción del 0.3% el próximo año en Alemania, un peso pesado de la región, cuya economía impulsada por la industria depende en gran medida de las exportaciones energéticas rusas, algo menos grave que la caída del 0.7% previsto en septiembre.

Incluso en Europa, las perspectivas divergen: la economía francesa, mucho menos dependiente del gas y el petróleo rusos, crecerá un 0.6% el próximo año. Para Italia, por su parte, se prevé un crecimiento del 0.2%, lo que significa que es probable que haya varias contracciones trimestrales.

Fuera de la zona euro, la economía británica se contraerá un 0.4% el año que viene, ya que se enfrenta a la subida de las tasas de interés, la aceleración de la inflación y la debilidad de la confianza. Anteriormente, la OCDE esperaba un crecimiento del 0.2 por ciento.

La economía estadounidense se mantendrá mejor, ya que se espera que el crecimiento se reduzca del 1.8% este año al 0.5% en 2023, antes de aumentar al 1% en 2024. La OCDE había previsto anteriormente una expansión de sólo el 1.5% este año en la mayor economía del mundo, y su estimación para 2023 se mantuvo sin cambios.

China, que no es miembro de la OCDE, fue una de las pocas economías importantes que se espera que recupere el crecimiento el próximo año, tras una ola de confinamientos por el Covid.

La expansión en este país pasará del 3.3% este año al 4.6% en 2023 y al 4.1% en 2024, frente a las previsiones anteriores del 3.2% en 2022 y del 4.7% en 2023.

A medida que la política monetaria más restrictiva surta efecto y las presiones de los precios de la energía se reduzcan, la inflación en los países de la OCDE se reducirá desde más del 9% este año al 5.1% en 2024.

"En cuanto a la política monetaria, es necesario un mayor endurecimiento en la mayoría de las economías avanzadas y en muchas economías de mercado emergentes para anclar firmemente las expectativas de inflación", dijo Cormann.

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