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IP ve fantasma inflacionario con alza al mínimo

Pymes serán las unidades económicas que mayores presiones de costos enfrenten, afirman dirigentes de cámaras empresariales.

El incremento del 15% al salario mínimo general para el 2021 añade presión para incrementar los salarios de los contratos colectivos bajo esa base, lo que contrasta con el 6% que había propuesto el sector empresarial, así que llevará a presionar la capacidad productiva del país, provocar un efecto inflacionario y conflictos sindicales, “el peor impuesto” para la sociedad, afirmó Carlos Salazar Lomelín, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

“El efecto faro (inflacionario) nos preocupa, (que) se traduzca en el aumento para todo, porque entonces todos los salarios aumentarían en el mismo porcentaje y al aumentar a estos, van a presionar enormemente la capacidad productiva del país, al incrementarse el consumo del país de una manera rápida, sin contemplar la producción, lo que provocaría el aumento de precios”, explicó el dirigente empresarial.

El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos, afirmó que el “desproporcionado” aumento del 15% al salario mínimo general y los mínimos profesionales, “sin duda generarán inflación, que podría oscilar entre 7.3 y 8.5% para el 2021”.

Lamentó que, en lugar de que el gobierno federal trate de mantener a flote a las empresas y los empleos que estas generan, lance un incremento salarial que se ha expedido, “casi por decreto”.

Por otro lado, Carlos Salazar Lomelín alertó que el aumento al mínimo podría provocar conflictos sindicales como los sucedidos hace dos años en el norte del país, principalmente en Tamaulipas, en el 2019, cuando los trabajadores de diversas empresas maquiladores exigían un alza salarial similar a la que experimentó el salario mínimo ese año, que fue de 16 por ciento.

“En Tamaulipas, ese aumento en los salarios mínimos se trató de tomar como base para las negociaciones laborales, aun en empresas que tenía salarios que tenían salarios por arriba de los mínimos y esto provocó una serie de conflictos sindicales, que tratamos solucionar”, recordó.

En su momento, el conflicto tamaulipeco originó incluso la detención de una líder sindical, Susana Prieto Terrazas, que dio pie a una queja de sindicalistas en Estados Unidos, quienes han presionado para mejorar las condiciones de negociación colectiva en México para que haya una competencia más equitativa por las inversiones productivas en el marco del Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC).

En conferencia de prensa virtual de cierre de año, el dirigente del sector empresarial mencionó que las grandes empresas que operan en México no tendrán problema para solventarlo, porque ningún trabajador gana un salario mínimo. “No estamos en contra (del aumento) de 6% sino del completo del 15% que se le da al mínimo porque ese es el impacto que se va a tener en las empresas pequeñas y medianas”.

La decisión que tomó la Conasami con respaldo del sector obrero y con voto en contra del sector empresarial “nos preocupa”, y lo que nos preocupa es que el aumento fue parejo, no sólo a los mínimos sino a los trabajos como actividades profesionales.

El aumento salarial “en la pequeña y mediana empresa, sí nos puede afectar, porque este año atípico estuvimos cerrados (...) Creo que podemos afectar mucho a las pymes”, advirtió Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de la República Mexicana (Concamin).

En medio de la “difícil” situación por la falta de ventas y restricciones sanitarias en algunos sectores, empresarios del sector comercio, servicios y turismo “no podrán cubrir” el incremento del 15% salarial, por lo que obligará al despido de personal y que éstos vayan a la informalidad, alertó, por su parte José Manuel López Campos, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur).

“El incremento salarial del 15% aprobado afectará más a las empresas pequeñas y los giros que tendrán una recuperación más lenta por sus propias características, como es el caso del turismo, donde los miles de negocios que antes de este año eran un importante motor económico, y aunque ya están operando les tomará hasta dos años en muchos casos regresar a los niveles que tenían antes de la pandemia”, alertó.

El dirigente empresarial dijo que incrementar al 15% el salario, tanto el mínimo vigente, que será de en 2021 de 141.7 pesos diarios, como el de la Zona de la Frontera Norte que pasará de 185.56 a 213.19 pesos diarios, “significará para muchos negocios un fuerte impacto económico, pues algunos de ellos no tienen actualmente los ingresos necesarios para cubrir esa alza salarial”.

El CCE teme que el incremento al salario mínimo para el 2021 reedite un conflicto sindical como el observado en el 2019, cuando trabajadores de varias fábricas de Tamaulipas exigían un aumento salarial en igual cuantía al 16% de aumento que tuvo el salario mínimo ese año.

lilia.gonzalez@eleconomista.mx

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