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No hay justicia climática sin respeto a los derechos humanos y laborales
Las agrupaciones obreras han manifestado durante su participación en la COP27 que todavía falta mucho por hacer para que “la justicia climática vaya de la mano con el respeto a los derechos humanos, incluídos los derechos de los trabajadores”.
Sharm el-Sheij, Egipto. Las grandes centrales obreras, entre ellas la Confederación Sindical Internacional (CSI) buscan cada uno de los espacios de participación en la cumbre Climática COP27, pues si bien en los documentos oficiales ya se incluye la “Transición Justa”, todavía falta mucho por hacer para que “la justicia climática vaya de la mano con el respeto a los derechos humanos, incluídos los derechos de los trabajadores”.
Así lo manifestó en entrevista Montserrat MIR, asesora especial de la CSI, quien en el cuarto día de la COP27, ha visto avances limitados a la participación de los trabajadores, cuyo defesa central es alinear la transición justa con la defensa de la seguridad social.
“Hay avances, pero todavía hay muchos países que no entienden que la “Transición Justa”, además de la reducción de emisiones, también debe incluir la protección social, el diálogo social y no dejar a ningún trabajador atrás; por tanto, es elemental que los trabajadores estén en la mesa, porque cómo se va a discutir algo, si ellos no están en la mesa”, afirmó.
Si bien el concepto de “Transición Justa” se ha incluído en la mayoría de los documentos oficiales, lo representa un avance, hay países en América Latina que no ven estratégicamente que ese cambio vaya de la mano con el respecto a los derechos de los trabajadores para tener o mantener un trabajo digno.
En la Unión Europea, comentó, hay países que ya lo han entendido, pero en “América Latina aún tiene dudas sobre la Transición Justa, un elemento esencial que es la seguridad social, todavía la ponen en duda; y porqué pasa eso, pues porque una buena parte del planeta no disfruta de esa protección social, entonces se deben establecer los mecanismos para que los trabajadores y comunidades no queden atrás”.
Un ejemplo claro, destaca, es el cierre de una mina que no cuenta con un plan de reactivación de empleo alternativo en otros sectores, ya sea en renovables o en las nuevas tecnologías, “qué vamos a hacer con estas personas, si se van quedar sin su medio de vida”, cuestiona MIR.
En ese sentido, afirma que las acciones que han tomado los sindicatos en la COP 27 es muy importante, se trata de poder “reivindicar que dentro de la Transición Justa, como dicen las líneas directrices de la OIT, debe haber un espacio importante para el mundo del trabajo, para los trabajadores para la creación de empleo, para el diálogo social. No se negocia nada que afecte a los trabajadores sin los trabajadores, y también para la protección social.
Financiamiento, transición de empleo
Sami Dellah, representante sindical, responsable de la transición justa ambiental de Canadá, definió como el principal problema la necesidad de contar con fondos para lograr el objetivo de 100,000 millones de dólares por año, pues hasta ahora no se ha cumplido y países como Pakistán, padecen actualmente grandes efectos.
Dellah ha participado en las reuniones sobre financiamiento en el marco de la COP 27 y destaca que hasta ahora no hay un punto de equilibrio en lo que demandan los países de Sur contra los del norte, “los países del norte quieren una multitud de definiciones, mientras que los del sur quieren una definición única para facilitar la manera de utilizar y contabilizar el uso de los recursos”.
Y destacó además que es irrealista el objetivo de los 100,000 millones de dólares, “si lo comparamos con lo que se necesita para hacer la adaptación y mitigación”, son retos importantes que aún no tienen acciones concluyentes.