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Sequía complica plan argentino contra la inflación
Después del pésimo dato de inflación de enero en Argentina, el Ministerio de Economía aceleró una batería de medidas con la que espera reforzar el control de precios mientras promete que, esta semana, se concretaría el préstamo con bancos para reforzar reservas y mitigar la presión cambiaria.
Después del pésimo dato de inflación de enero en Argentina, el Ministerio de Economía aceleró una batería de medidas con la que espera reforzar el control de precios mientras promete que, esta semana, se concretaría el préstamo con bancos para reforzar reservas y mitigar la presión cambiaria.
La lectura oficial del Índice de Precios al Consumidor estuvo a cargo del secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein. "Los fundamentos macroeconómicos, básicamente las políticas fiscales, monetarias y cambiarias, serían consistentes con tasas mensuales de inflación del 4% o menos", dijo. Y atribuyó "el muy alto registro de enero" a factores estacionales (turismo) y la "fuerte suba en frutas y verduras" por efectos climáticos como la sequía y las heladas.
A eso se sumaron los incrementos en los precios de los servicios. Con excepción de las telecomunicaciones, fueron aumentos que el Gobierno autorizó para intentar contener la masa de subsidios.
La Secretaría de Comercio trabaja en varios frentes para profundizar el esquema de Precios Justos. Al acuerdo por la carne anunciado el lunes, se sumaría en los próximos días un esquema similar para frutas y verduras, en coordinación con la Secretaría de Agricultura de Juan José Bahillo. El mix incluye un acuerdo de precios -queda por ver cómo llegará a las verdulerías y se si incluirá un descuento en las compras con tarjeta de débito- e incentivos para comercios y productores. Además, la dependencia que encabeza Matías Tombolini renovó el Fideicomiso de Aceite, con el que el sector agroexportador financia una parte del precio en góndola en supermercados. El esquema siempre funcionó de forma precaria y con faltantes, por la diferencia de precios entre supermercados y almacenes, de hasta 100 por ciento.