El 52% del volumen concesionado de agua para uso agrícola se concentra en ocho estados: Agua Capital y CERSHI

Monterrey, NL. El 52% del volumen concesionado de agua para uso agrícola se concentra en los estados de Chihuahua, Guanajuato, Jalisco, Hidalgo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas y Veracruz. Las bajas eficiencias de uso, contribuyen a agravar los problemas de escasez y competencia por el recurso hídrico. 

Por ejemplo, la agricultura de riego, es el uso de agua que tiene los mayores volúmenes concesionados en todas las regiones hidrológico-administrativas, afirma el estudio Perspectivas del Agua en México, Propuestas hacia la seguridad hídrica, que realizaron Agua Capital y el Centro Regional de seguridad Hídrica (CERSHI), Bajo los auspicios de la UNESCO, así como Red del Agua, de la UNAM.

Por otra parte, cerca del 70% de las concesiones para uso industrial se concentran en siete entidades federativas, destacando Puebla, Quintana Roo y Veracruz, que acumulan el 50% del volumen concesionado para estos usos.

En cuanto al uso público urbano, la Ciudad de México, Jalisco y Nuevo León acumulan el 32% de los volúmenes concesionados/asignados para este uso. Asimismo, el 75% del volumen concesionado para generación de electricidad, excluida la hidroeléctrica, se ubica en el estado de Guerrero.

Por otra parte, en las poblaciones hay una alta dependencia de las aguas subterráneas en zonas de fuerte dependencia por el uso del recurso, lo cual se agrava por las pérdidas de agua potable debido a las fugas, que representan el 40% del volumen de agua que ingresa en la mayoría de los sistemas de agua potable.

“La importancia del agua subterránea se manifiesta en la magnitud del volumen utilizado por los principales usuarios. En el caso de México, el 39% del volumen total concesionado para usos consuntivos (recurso que una vez utilizado no se devuelve al lugar donde se captó), procede de agua subterránea”, enfatiza el estudio.

En la región hidrológico-administrativa del Río Bravo, a la que pertenecen Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, la recarga natural es de 6,370 millones de metros cúbicos, lo que representa el 7% de todas las regiones del país; el volumen concesionado asciende a 4,722 millones de metros cúbicos; y el volumen sobreexplotado es de 4,350 millones de metros cúbicos, quedando un volumen disponible de sólo 586 millones de metros cúbicos.

En el país hay 653 acuíferos, de ellos 157 están sobreexplotados, la mayor parte están cerca de los grandes centros de producción.

Seguridad hídrica

Fernando González Villarreal, de la Red de Agua de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) comentó, que desde 1977 se presentó un estudio en donde se hablaba de prevenir al mundo sobre una posible crisis hídrica si no se tomaban las acciones correctas.

“Llegamos a 2022 y a pesar de prevenir la crisis no fuimos capaces de poderla evitar. Se piensa que es un problema temporal, cuando debimos actuar antes. Esto ocurre en ciudades como Monterrey, Ciudad de México, Sao Paulo, o Ciudad del Cabo”, ahondó.

Ante los claros signos de esta nueva crisis hídrica se requiere hacer un cambio de paradigma para ir hacia la seguridad hídrica, esto es asegurar el agua potable para la población a un precio justo, “se tiene que garantizar el acceso al agua potable, como parte del ecosistema y actividades productivas”, destacó el investigador.

También se necesita aumentar la disponibilidad y hacer un uso eficiente del recurso, por ejemplo, en 1983 cuando se construyó la presa de Cerro Prieto, se debió recompensar a la gente que resultó afectada, al ser desplazada.

Además, se tiene que robustecer el sistema financiero del agua. El inconveniente, es que en muchos municipios y entidades federativas, las autoridades rechazan la idea de aumentar las tarifas y derechos de conexión, porque están pensando más en no perder las siguientes elecciones, recalcó González Villarreal.

kg