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Inflación elevó los costos de servicios funerarios más que en el pico de la pandemia
Se estima que en México sólo 4% de la población tiene un plan de previsión funeraria.
Morirse cuesta caro, pero este año cuesta más, los precios de los servicios funerarios en México reportan el mayor incremento de los últimos 20 años.
Lo que no hizo la pandemia, la inflación sí. Al cierre de la primera quincena de octubre los precios de los servicios funerarios reportan un incremento de 7.84% anual, el incremento más alto desde el 2002, según datos del Inegi.
Después de ese año y hasta el año pasado la inflación promedio en los servicios funerarios rondaba entre tres y cuatro por ciento.
En los primeros dos años de la pandemia, cuando la demanda de estos servicios se elevó, en el periodo de referencia la inflación en ese segmento reportó incrementos de 4.83% en el 2020 y de 3.64% en el 2021.
De acuerdo con datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), los precios promedio de los servicios funerarios en la Ciudad de México para un paquete básico de inhumación y ataúd metálico rondan entre 12,760 pesos, pero si se trata de un plan de previsión que incluye ataúd, cremación, urna y servicio de café el precio puede ser de 68,840 pesos.
Estos son precios promedios de servicios básicos o intermedios, sin embargo, existen funerarias donde los costos pueden rebasar hasta 500,000 pesos, dependiendo de factores como el tipo de ataúd, sala de velación, etc.
Además estos precios son son sólo de servicios funerarios, falta agregar el costo de las flores, velas, entierro, por ejemplo, si será en panteón, mausoleo o nichos funerarios, donde los costos varían dependiendo de la zona y pueden ir desde 5,000 pesos, 25,000 pesos o más.
Ahora se promueven muchas opciones ecológicas para el descanso final, desde ataúdes de mimbre, así como urnas de sal o tierra, que se desintegran con el agua, por si quieren terminar en el mar, o si desean convertir a su familiar en un árbol.
Nomás un montón de tierra
Una de las tradiciones más importantes de los mexicanos es la Celebración del Día de Muertos; con anticipación las familias comienzan a planear cómo recordar a sus muertos, el altar, la visita a los panteones, pero no planean mucho para su propia muerte.
En el país los niveles de previsión financiera para la muerte es baja, de acuerdo con Profeco se estima que sólo 4% de la población tiene un plan de gastos funerarios, los cuales evitarán a los deudos presiones económicas para la última despedida su familiar.
El bajo porcentaje de previsión provoca que al enfrentar la muerte, los seres queridos tengan que recurrir a ahorros o un crédito para solventar los gastos servicios funerarios.
Un plan de previsión funeraria se puede contratar para ti o para algún ser querido, la mayoría de las funerarias que ofrecen este producto dan la opción de que sea transferible. Otra de las ventajas de estos planes es que se congela su precio.
Para que la experiencia con este producto sea satisfactoria es importante que al contratar se aclaren todas las dudas sobre su funcionamiento. Por ejemplo, qué pasa si se quiere modificar alguna cuestión que contemple como el espacio de la sala, modificar el ataúd, cambiar inhumación por cremación.
De enero a septiembre las quejas contra funerarias ante la Profeco ascendieron a 384 controversias.
yuridia.torres@eleconomista.mx