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Geopolítica

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Diez dudas resueltas sobre la amenaza que supone la gripe aviar H5N1 para los humanos

Foto: Reuters

Actualmente, asistimos al peor brote de gripe aviar de la historia, que está provocando muertes masivas de aves y empieza a afectar a muchos mamíferos. El escenario es inquietante, ya que existe la preocupación de que se desencadene otro brote global importante.

Pero ¿qué sabemos del virus de gripe aviar H5N1?

¿Qué es el virus de la gripe aviar H5N1 altamente patógena?

Existen cuatro tipos de virus de gripe estacional, denominados virus influenza A, virus influenza B, virus influenza C y virus influenza D. Todas las pandemias de gripe conocidas han sido ocasionadas por virus gripales del tipo influenza A, únicos responsables de la gripe aviar, además de causar la gripe común en humanos y las gripes porcina y equina.

El reservorio ancestral de todos los tipo A son las aves acuáticas, en particular las incluidas en el orden Anseriformes, al que pertenecen los gansos o los patos, y en el orden Charadriiformes, donde se encuentran las gaviotas.

Los virus de influenza tipo A pueden dividirse en diferentes subtipos dependiendo de los genes que constituyen las proteínas de superficie: la hemaglutinina (H) y la neuraminidasa (N). Ambas proteínas son los antígenos que reconoce el sistema inmunitario del hospedador.

Existen 18 subtipos de hemaglutinina y 11 subtipos de neuraminidasa diferentes, de H1 a H18 y de N1 a N11, respectivamente. Eso implica que potencialmente existen decenas de combinaciones del subtipo de influenza A, siendo H5N1 una de ellas. Dentro de cada subtipo existe una considerable variabilidad, lo que repercute en la patogenicidad de la cepa.

¿Cuál es el alcance del brote actual?

Durante el año 2020, a partir de virus que circulaban anteriormente, surgieron virus H5N1 del clado 2.3.4.4b de la influenza aviar altamente patógena (IAAP). Este clado se propagó predominantemente a través de aves migratorias a muchas partes de África, Asia y Europa. Y se convirtieron en una amenaza para la salud animal y humana en todo el planeta.

La epizootia –el equivalente a epidemia pero en animales– provocó cifras sin precedentes de brotes en aves de corral domésticas y de muertes en aves silvestres. Entre octubre de 2021 y diciembre de 2022, Europa sufrió un total de 2 918 brotes en aves de corral y 378 brotes en aves cautivas, registró 4 480 infecciones en aves silvestres y sacrificó 50 millones de aves en los establecimientos afectados.

Estos virus cruzaron a América del Norte a finales de 2021, y posteriormente a América del Sur en el otoño de 2022.

¿Puede infectar a los mamíferos?

En las últimas semanas, más de 600 leones marinos han sido encontrados muertos o agonizantes en playas peruanas en el que ha sido el primer evento de mortalidad masiva de mamíferos salvajes por gripe aviar H5N1 en América del Sur.

Y no es excepcional. Algunos de los genotipos recientes han causado infecciones graves con signos neurológicos en mamíferos como tejones, gatos monteses, coyotes, delfines, hurones, zorros, linces, zarigüeyas, nutrias, cerdos, marsopas, mapaches, perros y visones.

En concreto, los virus H5N1 del clado 2.3.4.4b detectados a finales de 2022 en visones de una granja española tienen una mutación poco común (T271A) en el gen PB2 que puede tener implicaciones para la salud pública. De hecho, la misma mutación está presente en el gen PB2 de tipo aviar del virus de la influenza A(H1N1) de origen porcino pandémico del año 2009 (H1N1pdm).

Los estudios in vitro sugieren que los virus con la mutación T271A podrían infectar con mayor facilidad a los mamíferos, incluidos los humanos.

¿Es peligroso para los humanos?

El virus de la influenza aviar H5N1 altamente patógeno (HPAI) de origen asiático fue detectado por primera vez en 1996 en gansos en China, y por primera vez en seres humanos en 1997 en medio de un brote originado en aves de corral en Hong Kong.

A nivel mundial, desde enero de 2003 hasta el enero de 2023, han sido notificados 868 casos de infección humana por el virus de la influenza aviar A(H5N1) en 21 países. De ellos, 457 fueron fatales, lo que supone una mortalidad del 53 %.

Entre 2020 y 2022, el número total ha sido de 7 casos y 2 fallecidos.

Las secuencias de virus de estos casos humanos, cuando estaban disponibles, no mostraron marcadores para la adaptación a los mamíferos ni para la resistencia a fármacos antivirales usados contra el H5N1 como el oseltamivir y el baloxavir.

Por suerte, de momento este virus no tiene la capacidad de unirse fácilmente a los receptores de las vías respiratorias superiores de los seres humanos, lo que implica que el contagio es difícil.

Otra buena noticia es que, hasta la fecha, no ha sido detectada ninguna transmisión de persona a persona. En base a la información disponible, se espera que la inmunidad de la población humana contra el clado 2.3.4.4b sea mínima.

¿Quién tiene más riesgo?

Las personas más vulnerables a las infecciones son aquellas que directa o indirectamente mantienen un contacto cercano y regular con aves (domésticas, silvestres o cautivas). Por ejemplo, avicultores, veterinarios, matarifes, personal de granjas infectadas, etc.

Por ello, es recomendable el uso de equipos de protección individual (EPI) adecuados y otras medidas de protección para evitar la transmisión zoonótica en estos operadores.

¿Qué síntomas presenta la gripe aviar en humanos?

Los principales síntomas clínicos de la gripe aviar en humanos son fiebre de más de 38 grados, dolor muscular, dificultad respiratoria, tos y malestar general. Además, la mayoría de los pacientes presentan una disminución de linfocitos significativa y alteraciones de las enzimas hepáticas.

Los primeros síntomas aparecen de 2 a 8 días después de la infección.

¿Hay tratamientos disponibles?

Es recomendable que las personas infectadas reciban tratamiento lo antes posible con medicamentos antivirales. Algunos de los tratamientos recomendados en primera instancia son oseltamivir, zanamivir, peramivir y baloxavir.

¿Existen vacunas?

Los virus candidatos para vacunas contra diferentes clados H5 están actualmente en desarrollo y se actualizan regularmente, dos veces al año, durante las Reuniones de Composición de Vacunas en la OMS.

De momento, hay virus candidatos para vacunas que han superado las pruebas de seguridad pertinentes, como son el A(H5N8) clado 2.3.4.4b hecho de A/Astrakhan/3212/2020 y un virus similar al A(H5N1), A/chicken/Ghana/AVL-76321VIR7050-39/2021.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades estadounidenses han producido un virus de vacuna experimental casi idéntico a la proteína hemaglutinina (HA) de los virus H5N1 del clado 2.3.4.4b detectados en los últimos meses en aves y mamíferos. Si es necesario, podría usarse para producir una vacuna para las personas.

Por otra parte, en noviembre de 2022, un artículo publicado en Science mostró que una vacuna de ARNm en desarrollo protegía a ratones y hurones contra 20 subtipos conocidos del virus de la influenza A y B.

¿Qué medidas preventivas resultan útiles?

Algunas medidas sencillas son las siguientes:

  • Evitar el contacto directo y cercano con aves silvestres, aves de corral y animales salvajes enfermos o muertos.

  • No consumir aves de corral ni productos avícolas que estén crudos o poco cocidos, incluidos huevos crudos. El consumo de aves de corral, productos avícolas y huevos debidamente cocinados es seguro.

  • Lavarse las manos con agua y jabón y extremar la higiene después de tocar aves.

  • No tocarse la boca, la nariz o los ojos después de tener contacto con aves o superficies que podrían estar contaminadas con excrementos o fluidos de aves domésticas o silvestres.

Además, es aconsejable que las personas que puedan estar expuestas a aves enfermas se vacunen de la gripe estacional.

¿Tiene potencial para causar una pandemia?

Es difícil predecir cuándo ocurrirá la próxima pandemia de gripe y qué virus la causará. Hasta la fecha, no existe constancia de transmisión sostenida de persona a persona del virus H5N1 de alta patogenicidad y no hay evidencia de reordenamiento genético con los virus de la influenza A humana.

Sin embargo, los virus H5N1 de alta patogenicidad cambian constantemente, y los numerosos brotes actuales aumentan la posibilidad de exposición humana a aves infectadas o de adaptación del virus a otras especies de mamíferos que puedan actuar como especie intermedia.

Por tanto, es imprescindible mantener labores de prevención, vigilancia, detección y control sobre los episodios presentes y futuros que protagonizará el virus H5N1, porque los actuales no serán los últimos que veamos.

Raúl Rivas González, Catedrático de Microbiología, Universidad de Salamanca

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

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