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Misil, capaz de llegar a EU
Trump prepara más sanciones al régimen de Piongyang, que se declara potencia nuclear al presumir alcance de su armamento
Pekín. Kim Jong-un anunció “con orgullo” que Corea del Norte “ha hecho realidad el gran objetivo histórico de completar una fuerza nuclear, de constituirse en una potencia en misiles”, después de haber probado un misil balístico capaz de llevar una “supergrande y pesada cabeza nuclear” a cualquier lugar del territorio estadounidense.
Este disparo, el primero efectuado por Corea del Norte desde el 15 de septiembre, acaba con las esperanzas de que la tregua observada de facto por ese país tuviera el objetivo de abrir una puerta a una solución negociada de la crisis provocada por sus programas nuclear y balístico.
Constituye también un nuevo desafío para el presidente Donald Trump, quien prometió impedir que Corea del Norte llegara a ser una potencia nuclear y tuiteó que “se encargará” del asunto.
“Acabo de hablar con el presidente de China Xi Jinping sobre las provocadoras acciones de Corea del Norte”, dijo Trump por Twitter.
“Grandes sanciones adicionales serán impuestas a Corea del Norte. La situación será controlada”, escribió, sin ofrecer más detalles al respecto.
No obstante, el secretario de Estado, Rex Tillerson, sugirió poco después que las sanciones podrían ser unilaterales por parte de Estados Unidos. “Tenemos una larga lista de posibles sanciones adicionales, y algunas de ellas incluyen más instituciones financieras. El Departamento del Tesoro las anunciará” cuando esté preparado, dijo Tillerson a periodistas antes de reunirse en Washington con el príncipe heredero de Baréin, Salman bin Hamad al Jalifa.
Corea del Norte afirma que el misil usado el martes es un nuevo modelo —el Hwasong-15— que puede llevar una “supergrande y pesada cabeza nuclear” a cualquier lugar del territorio estadounidense. En efecto, viajó más alto que cualquier otro ICBM probado hasta la fecha, 2,800 millas de altura. Su vuelo duró 53 minutos y cayó a 620 millas de su lugar de lanzamiento en aguas de la zona económica exclusiva de Japón.
La postura de China, vecina y primer socio económico de Piongyang y la de Rusia, es crucial. Pekín y Moscú defienden una “doble moratoria”: cese de los ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl junto al cese de los programas militares norcoreanos. Pero Estados Unidos y sus aliados occidentales rechazan esa posibilidad.
El misil es otra bofetada para Pekín, incapaz de llevar a Corea del Norte a la mesa de negociaciones ni con paciente diálogo ni con sanciones que ahogan su comercio exterior.
El escenario de un misil nuclear norcoreano con capacidad de golpear EU cada día es más cercano sin que se adivine una estrategia en la Casa Blanca para impedirlo.