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Opinión

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Política monetaria y política fiscal de EU

El tema de la política monetaria en Estados Unidos es de gran relevancia para, no sólo los inversionistas y mercados, sino también para el resto de los bancos centrales alrededor del mundo, los cuales prestan mucha atención a las señales que proporciona la Reserva Federal (Fed) y los movimientos que puedan hacer con respecto a las decisiones de su política monetaria

En el 2017, la Fed comenzó con un una tasa de referencia de 0.50 a 0.75%, resultado de un alza de 25 puntos base el 15 de diciembre del 2016. Durante este año, se dieron tres alzas de 25 puntos base, una en marzo, otra en junio y la última se realizó el pasado 14 de diciembre, dejando así la tasa en un nivel de 1.25 a 1.50 por ciento.

Estos movimientos se han validado con una economía en pleno empleo durante al año, mostrada por una tasa de desempleo cercana a 4%; sin embargo, la inflación medida por el “Personal Consumption Expenditures Index” se ha mantenido en niveles por debajo de 2%, por lo que las alzas de la tasa de la Fed se han dado a un paso gradual.

Si recordamos, a mediados de año, el mercado asignaba una probabilidad de alza en diciembre de alrededor de 40%, porcentaje que todavía disminuyó a finales de agosto a 30% para, después, en un plazo de 30 días, acercarse a casi 90 por ciento. Este movimiento fue aumentando a medida que se acercaba la última reunión de la Fed y se evolucionaba en la propuesta de política fiscal de Estados Unidos, la cual fue publicada.

La última versión de la política fiscal por parte de los republicanos en EU tuvo que ser condensada entre la propuesta realizada por la Cámara de Representantes y el Senado, ya que ambas partes presentaron una versión de su reforma fiscal. Dentro de los puntos más importantes que se diferenciaban en ambas propuestas, era la fecha de inicio para la reducción de la tasas fiscal corporativa, en donde el Senado planteaba comenzar con esta reducción en el año 2019, mientras que la Cámara de Representantes proponía que se comenzara en el 2018; dentro de la última versión se acordó que inicie el próximo año.

Es importante ver que esta reforma considera que se forme un déficit de 1.456 billones durante los próximos 10 años. La reforma a las personas morales espera generar un déficit de 653,800 millones, mientras que el déficit propiciado por las propuestas fiscales a las personas físicas se espera que sea de 1.126 billones de dólares, poco menos del doble de lo que se espera para las personas morales.

Para contrarrestar parte de esto, se espera que las modificaciones a la política fiscal internacional, propicien ingresos por 324,400 millones de dólares, reduciendo así parte de este déficit.

La propuesta tiene como fin la reducción de impuestos a los trabajadores, familias y empresas, impulsando así la economía estadounidense. Se pretende que esta reforma logre una mayor creación de empleos, un aumento en el nivel del salario y un sistema fiscal más sencillo y justo dentro de ese país.

Dentro de los cambios generales a las tasas impositivas, en el caso de personas físicas, se propone poner siete tramos, en donde la tasa impositiva comienza en 10%, siguiendo con tasas de 12, 22, 24, 32, 35 y 37% para los tramos siguientes, los cuales también cuentan un pago fijo para cada uno de estos. Teniendo estos dos, se realiza el pago del monto fijo del tramo, y después se paga el excedente del sueldo sobre el límite inferior de cada tramo, por la tasa correspondiente, por lo que la tasa efectiva tiende a ser menor para cada uno de ellos.

En el caso de personas morales, se espera reducir la tasa actual de 35 a 21%, comenzando el 1 de enero del 2018. Si observamos, esta reducción de tasas traería a las personas y empresas un mayor grado de liquidez, lo que puede fomentar el crecimiento de no solamente la economía, sino de la inflación, lo que podría generar que la tasa de referencia en EU se ubique en un nivel mayor el próximo año.

Es importante observar cómo estas variables se entrelazan entre sí, ya que no sólo afectan el desarrollo de la economía en su país, sino que también tendrá repercusiones en las decisiones que se tomen por otros bancos centrales alrededor del mundo, generando fluctuaciones dentro de los diferentes tipos de cambio y dentro de las perspectivas que podamos tener los inversionistas.

*Juan F. Rich Rena es director ejecutivo de Análisis en Interacciones Casa de Bolsa.

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