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Política

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Arizona y Texas, focos rojos en tráfico de armamento

Un análisis del SESNSP indicó que, del 2006 al 2009, la mitad de las armas decomisadas en México provenían de Arizona o Texas.

Si bien algunas armas pueden ser adquiridas por criminales mexicanos en algunos países de Centro y Sur de América, la mayoría provienen de los estados de EU fronterizos con México

Empresas en Estados Unidos aumentaron a partir del año 2000 la producción de armas, lo que provocó en México la disponibilidad para los grupos criminales, y por ende los homicidios y su capacidad para generar violencia, determinó un estudio elaborado por David Pérez Esparza, titular del Centro Nacional de Información (CNI).

El estudio, denominado “¿Por qué México se convirtió en un país violento?”, hizo un estudio con base en los decomisos de armas en México y la producción disponible en la Unión Americana.

Argumentó que la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) de Estados Unidos informó recientemente que entre el 70 y el 90% de todas las armas de fuego decomisadas por autoridades mexicanas tuvieron un origen en ese país, específicamente en los cuatro estados que limitan con México (Texas, Arizona, California y Nuevo México), por lo que representaron casi el 75% de todas las armas confiscadas en México entre 2006 y 2009.

Argumentó que la producción de armas en Arizona y Texas aumentó en un 14% durante el periodo 2006-2011. “Posteriormente se informaron grandes aumentos, con el 18% de todas las armas en EU, siendo fabricadas en Arizona y Texas durante 2011. En general, la expansión de la producción de armas reportada en estos dos estados es particularmente notable”, mencionó.

Atribuyó esta situación a que esos dos estados representan colectivamente el 80% de todos los puntos fronterizos entre Estados Unidos y México, y el 84% de la frontera geográfica entre los dos países, además de que la mitad de todas las armas confiscadas en México durante el período 2006-2009 provino de estos dos estados de EU.

La Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito sugirió recientemente que 20,000 armas de fuego estadounidenses son ilegalmente introducidas en México cada año, y que el valor de ese negocio ilícito es de alrededor de 20 millones de dólares anuales.

El estudio recordó que en el año 2004 finalizó la Ley Pública Ley de Protección del Uso de Armas de Fuego Recreativas y de Seguridad (AWB Federal), promulgada el 13 de septiembre de 1994 por el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton. Esa ley incluía una prohibición de 10 años a la fabricación e importación de armas de fuego semiautomáticas conocidas como “armas de asalto”. Al ser una ley federal, se aplicaba a todos los estados de EU.

Homicidios

El documento refirió que los datos de homicidios en México presentaban una disminución anual de alrededor del 18% entre 1999 y 2003. En el periodo 2004-2007, la tasa se estabilizó, pero para el 2007 aumentó sustancialmente, superando hasta cuatro veces los niveles observados en años anteriores.

Estableció que antes del 2000, salvo el magnicidio en 1994 del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio, no eran recurrentes los ataques contra políticos, gobernantes e integrantes del Ejército. 

“Para el período 1999-2004, es evidente que el conteo anual de homicidios en general estaba en declive, y que esa tendencia puede atribuirse principalmente a una reducción de los delitos relacionados con armas. Sin embargo, después del 2005 aumentó la proporción de delitos de homicidio que involucraron el uso de armas, y lo hizo casi al mismo tiempo que el volumen de decomisos también aumentó.

“Desde mediados de la década del 2000 ha habido un aumento de los delitos (en México) que se benefician de tener acceso a un arma ilegal, como la extorsión y el secuestro. En segundo lugar, el asesinato del primer alcalde mexicano, asesinado por un grupo del crimen organizado, ocurrió en el norte de México a fines de 2004, luego del vencimiento de la AWB. En tercer lugar, los grupos delictivos organizados no utilizaron armas hasta 2005.

“Antes de mediados de la década de 2000, ningún miembro del Ejército mexicano había sido asesinado por delincuentes organizados. Sin embargo, esta situación cambió (presumiblemente como resultado de que los criminales accedieron a armas más poderosas para desafiar a las instituciones). Por ejemplo, el caso de Tamaulipas (frontera con Texas), que reportó un ataque (contra militares con armas) en 2007, y un total de 42 para 2011”, estableció.

El estudio destacó que si bien algunas armas pueden ser adquiridas por criminales mexicanos en algunos países de Centro y Sur de América, la mayoría provienen de los estados de EU fronterizos con México.

El estudio mencionó que a diferencia de Estados Unidos, México tiene las leyes de armas más restrictivas del mundo desde hace casi 100 años, y que la fabricación para uso civil es casi inexistente.

jorge.monroy@eleconomista.mx

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